En 2001, el movimiento de los talibanes se extendió por el valle de Bamiyán, Afganistán controlando la región de la que son originarios los hazara, enemigos suyos por motivos religiosos ya que los hazara son chiítas y los talibanes sunies. Su objetivo fueron las colosales estatuas de piedra de Buda que había estado en el acantilado del valle durante más de 1500 años. El mundo vio impotente como una de sus verdaderas maravillas se había perdido al ser dinamitada por explosivos y disparos de artillería por los talibanes que las consideraron una representación idolatrica contraria a la forma del Islam que ellos pretendían imponer por la fuerza en todo Afganistán. En este reportaje Al Jazeera Ghouri viaja a Bamiyán para explorar los trabajos de restauración que se realizan en el lugar y hablar con aquellos que planean reconstruir las estatuas.
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