martes, 25 de febrero de 2014

Bodh Gaya: Donde el Buda se iluminó



Bodh Gaya ó Bodhgaya es una ciudad del distrito de Gaya, del estado de Bihar, en el noreste de la India.Es un lugar santo del budismo, allí alcanzó la iluminación el príncipe Siddharta, quien habría de convertirse en Buda. 

La tradición budista afirma que alrededor del siglo V AC, el príncipe Siddharta Gautama llegó a la localidad de Bodh Gaya como un monje asceta. Se sentó bajo el árbol bodhi (ficus religiosa) donde, después de tres días y tres noches de meditación continuada y pugna interior contra las tentaciones de los Maras, Shakyamuni Buda alcanzó la Iluminación ó Nirvana. Desde entonces, la localidad se convirtió en un lugar de peregrinación para los budistas de todo el mundo y fue el centro del budismo mundial hasta el declive de esta religión en India. Celebración de ritos religiosos en Bodh Gaya. 

Uno de los templos más grandes del budismo fue el Templo de Mahabodhi, fundado por el emperador indio y devoto budista, Asoka, unos 250 años después de la Iluminación del Buda. No obstante, el templo fue destruido tras la conquista islámica de India y reconstruido en el siglo XIX por Sir Alexander Cunningham, arqueólogo de la Sociedad Arqueológica Británica. 

Se han construido otros múltiples templos budistas en la ciudad, siendo el segundo más antiguo después del Mahabodhi el templo cingalés construido por monjes provenientes de Sri Lanka. Otros budistas provenientes de Bután, China, Japón, Birmania, Nepal, Sikkim, Tailandia y Tíbet (dos) crearon templos, los cuales son representativos de las culturas y tradiciones budistas de sus países respectivos y alusivos a su arquitectura tradicional.

viernes, 14 de febrero de 2014

¿Qué signficia el mantra "Om Mani Padme Hum (Hung)"?



El propio Dalai Lama, Su Santidad el Boddhisatva de la Compasión, explica:"Es muy bueno recitar el mantra Om Mani Padme Hum, pero mientras lo haces debes estar pensando en su significado, porque el significado de las seis sílabas es grande y vasto. La primera está compuesta por tres letras A, U, y M. Estas simbolizan el cuerpo, el habla y la mente impura del practicante; también simbolizan el cuerpo, el habla y la mente puros y exaltados de un buda. ¿Pueden el cuerpo, el habla y la mente impura transformarse en el cuerpo, el habla y la mente pura? ¿O están completamente separadas? En todos los casos, los budas fueron seres como nosotros y, entonces, gracias al camino se iluminaron. El budismo no afirma que alguien desde el principio estuviera libre de faltas y poseyera todas las buenas cualidades. La purificación del cuerpo, el habla y la mente llega a través del abandono gradual de los estados impuros y su transformación en lo puro. 

¿Cómo se logra esto? 

El camino se indica en las siguientes cuatro sílabas. Mani significa joya y simboliza los factores del método: la intención altruista de iluminarse, la compasión, y el amor. Así como una joya es capaz de eliminar la pobreza, la mente altruista de la iluminación es capaz de eliminar la pobreza o las dificultades de la existencia cíclica y de la paz solitaria. De igual forma, así como una joya cumple los deseos de los seres sintientes, también la intención altruista de llegar a la iluminación satisface los deseos de los seres sintientes. Las dos sílabas, Padme, que significan loto, simbolizan la sabiduría. Así como un loto crece en el lodo sin ensuciarse con las faltas de éste, la sabiduría es capaz de ponerte en una situación sin contradicciones, donde de cualquier otra forma habría contradicción si no tuvieses sabiduría. Existe la sabiduría que comprende la impermanencia, la sabiduría que comprende que las personas están vacías de autosuficiencia o existencia sustancial, la sabiduría que comprende el vacío de la dualidad –esto es, la diferencia de entidades entre sujeto y objeto– y la sabiduría que comprende el vacío de la existencia inherente. Aunque hay diferentes tipos de sabiduría, la principal de todas estas es la sabiduría que comprende el vacío. La pureza debe lograrse mediante la unión indivisible entre el método y la sabiduría; dicha unión está simbolizada por la última sílaba, Hum, que indica indivisibilidad. De acuerdo con el sistema del sutra, esta indivisibilidad del método y la sabiduría se refiere a la sabiduría afectada por el método, y al método afectado por la sabiduría. En el vehículo del mantra, o tantra, se refiere a una conciencia donde existen en forma completa ambas, la sabiduría y el método como una entidad indiferenciable. En términos de las sílabas semilla de los Cinco Budas Conquistadores, Hum es la sílaba semilla de Akshobya, el inamovible, el no fluctuante, aquel que no puede ser perturbado por nada. Así, las seis sílabas, Om Mani Padme Hum, significan que a partir de la práctica de un camino, que es la unión indivisible del método y la sabiduría, puedes transformar tu cuerpo, tu habla y tu mente impuras en el cuerpo, el habla y la mente puras y exaltadas de un buda. 

Se dice que no debes buscar la budeidad fuera de ti, las sustancias para el logro de la budeidad están dentro de ti. Como dice Maitreya, en el Sublime Continuo del Gran Vehículo (Uttaratantra), todos los seres tienen intrínsecamente la naturaleza búdica en su continuo mental. Tenemos dentro de nosotros la semilla de la pureza, “la esencia de aquellos que han ido” (Tathaghatagarbha), que debe ser transformada y desarrollada completamente en la budeidad".

(Texto de bizilagun para SanghaVirtual.org basado en un mensaje de colinskys en el foro de E-Sangha y en la web wwww.Dharma-Haven.org.")

martes, 11 de febrero de 2014

Thangkas médicos tibetanos







No se trata precisamente de una entrada especificamente religiosa. Son bastante curiosas las pinturas thangkas tibetanas que en vez de mótivos religiosos son laminas para el aprendizaje de la medicina tradicional. Hay que tener en cuenta que los monasterios siempre se han dedicado al tema de la salud y que los budistas no tienen problemas de indole moral en el estudio del cuerpo humano como nos ha sucedido en las religiones cristianas.



lunes, 3 de febrero de 2014

El Laberinto del Tibet



Quizás el halo de misterio que envuelve al Tíbet se deba a su tradicional aislamiento, causado por factores geográficos y, en algunas épocas, políticos. El Tibet presenta todas las características de las tierras maravillosas descritas en los cuentos, según dice Alexandra David-Neel, la primera mujer occidental en llegar a su capital, Lhasa, en 1924.

El jesuita portugués Antonio de Andrade parece ser el primer occidental en llegar al país en 1625, mientras buscaba el mítico reino del Preste Juan. El novelista James Hilton situó en la región el reino perdido de Shangri-la, versión moderna del mito de Shambhala.

Otro célebre viajero es el autor del libro Siete años en el Tíbet, el austríaco Heinrich Harrer, al que se entrevista en el documental.

Dada la importancia de la religión, los monasterios son los edificios más característicos del país. Se dice que el más antiguo del Tíbet es el de Samye. El primer Dalai Lama fundó en 1447 el monasterio de Tashilhunpo (Montaña de la Gloria), en Xigatsé, que con 80.000 habitantes es la segunda ciudad más importante, tras la capital Lhasa. Tashilhunpo es la sede del Panche Lama, segunda autoridad política del Tíbet, aunque con el mismo nivel espirirtual que el Dalai. En Tashilhunpo se encuentra la célebre estatua del Buda Maitreya.

La religión más antigua del Tíbet es el culto bon, anterior al budismo; en la actualidad se encuentra muy influida por éste, aunque tiene sus propios monjes y monasterios. En el documental se nos muestran imágenes del exterior y el interior de todos estos monasterios mencionados.

En 1950 se produjo la invasión del Tíbet por las tropas del ejército rojo chino. Aunque el gobierno de Mao Zedong intentó la pacífica anexión del Tíbet lamaísta a la República Popular China pronto se demostró imposible la coexistencia entre dos visiones antagónicas del mundo. El Dalai Lama huyó del país en 1959 y desde entonces vive en el exilio en Dharamshala (India).

Algunas curiosidades: El yak es fundamental en la vida de los tibetanos; les proporciona carne, leche, piel y excrementos usados como combustible. El cultivo principal del país es la cebada. El Everest o Chomolugma es considerado por los tibetanos la casa de la diosa madre del mundo. Hasta 1950 la rueda estaba prohibida en el Tibet, por ser un símbolo sagrado que no podía arrastrarse por el suelo. Los llamados hombres-granizo arrojan piedras al cielo para romper las nubes y obtener la lluvia.



Comentamos hoy el segundo capítulo de la serie para televisión El laberinto del Tíbet, dedicado a su capital, Lhasa, cuyo nombre significa tierra de los dioses.

Lhasa se encuentra en el valle del río Ki-chu, a 3.600 m de altitud. El coronel Ian Husband entró en la ciudad en 1904, para abrir el país al comercio británico.

El Potala, residencia del Dalai Lama antes de su exilio, domina la ciudad, pero para los tibetanos es más importante el Jokhang (la casa del señor), la auténtica catedral budista, verdadero centro espiritual y meta donde acuden los peregrinos. En él está la principal estatua de Buda. El abad del Jokhang explica como las 'cuatro tradiciones' del budismo tienen el mismo objetivo: el sufrimiento y su forma de eliminarlo. Según el sermón de Buda en el parque de los Ciervos de Benarés, los tres venenos del alma son la ira, la ignorancia y el apego. El camino para eliminarlos es el Dharma (vía de renuncia y meditación).

Lhasa está rodeada por tres círculos concéntricos, que son recorridos por los peregrinos alrededor de la ciudad. La circunvalación como práctica religiosa es heredada de los hindúes y se circunvalan las stupas, los templos y hasta las montañas, siempre en sentido de las agujas del reloj. El primer círculo, el más interno, se llama nangkhor y rodea el perímetro del Jokhang. Los peregrinos hacen girar los molinos de oraciones allí situados. El barkhor o segundo círculo concéntrico pasa por el mercado de Lhasa, del que el documental nos ofrece imágenes actuales y de archivo, éstas en blanco y negro, cedidas por el gobierno de la República Popular China. El lingkhor o anillo más exterior rodea Lhasa y marca la zona a partir de la cual se encuentra uno en territorio sagrado.

Potala significa mansión y se refiere a la mansión de Avalokitesvara, buda de la compasión, del que los dalai lamas son reencarnación. Dentro del Potala están los panteones o stupas de todos los dalais. De ellos, el más destacado fue el quinto. En cambio el sexto llevó una vida disoluta entregado al alcohol y las mujeres. Algunos dalais murieron envenenados, víctimas de las intrigas palaciegas. El regente del quinto ocultó su muerte durante quince años, para poder seguir gobernando él. Según el explorador Prievalsky, la nulidad personal de los dalai lamas es una garantía para los chinos, los tradicionales enemigos de los tibetanos.

El actual XIV Dalai Lama, Tenzin Gyatso, dice en la entrevista para este documental que la institución del Dalai Lama existirá sólo mientras así lo quiera el pueblo tibetano y narra algunos recuerdos de cuando era niño y residía en el Potala.

El palacio y sus numerosos tesoros forman parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO. El vicepresidente de la Región Autónoma del Tibet, gobernante pro-chino, explica en el documental cómo el Potala se salvó de la destrucción propiciada por la revolución cultural. No obstante la estructura del edificio, en gran parte de madera, está siendo deteriorada por la carcoma, y se encuentra en restauración.

Tras la incorporación del antiguo Tíbet independiente a la República Popular se ha producido la llegada masiva de población china, de la etnia han principalmente, lo que ha dividido Lhasa en dos ciudades: la moderna china y la vieja tibetana. Pero los chinos han, muchos de ellos funcionarios, no se quedan en el Tíbet y regresan a sus lugares de origen cuando tienen la oportunidad. El documental termina con imágenes del Lukhang o templo de la serpiente, en el lago situado tras el Potala y con una visita al Norbulingka, el palacio de verano del Dalai Lama.



Este tercer episodio se dedica a la religión del Tíbet, el budismo, cuya importancia es tal que un viajero dijo que "el Tíbet es un gigantesco monasterio habitado por una nación de monjes". De hecho, a mediados del siglo XX uno de cada cuatro hombres vivía en un monasterio. Esta situación no dejaba de crear problemas económicos al país. Hoy, el 98% de la población se declara budista.

Asistimos a la fiesta anual del monasterio de Drepung y al despliegue del 'gran tangka', una gigantesca imagen de Buda, hecha de lana, seda y oro, que los monjes desenrollan en la ladera de un monte.

Los molinos de oraciones son cilindros que giran alrededor de su eje y llevan dentro tiras de papel escritas con el mantra om mani padme hum. Hacer girar el molino equivale a rezar. Es como si con el giro la oración se extendiera por el espacio. Los mantras se inscriben también en el suelo, en las rocas y en las laderas de las montañas. Las banderas multicolores tienen la misma finalidad: las oraciones escritas en ellas se lanzan al espacio al ser batidas por el viento. Las stupas (llamadas chogten en el Tíbet) son monumentos que contienen reliquias.

Los chinos, en un intento de comprender la religión tibetana, dividieron a los monjes en dos grupos: a la escuela de los gelukpa (a la que pertenece el Dalai lama) los llamaron sombreros amarillos y al resto sombreros rojos. Los monjes budistas no viven en comunidad como en un monasterio cristiano, sino cada uno en su casa, aunque dentro del recinto del monasterio. El abad del monasterio de Namgyal, en Dharamsala (India), donde reside hoy el Dalai Lama, explica en el documental como transcurre la vida de un monje.

Existen diversos budas, como Avalokitesvara (buda de la compasion), Maitreya (buda del futuro) o Tara (la liberadora). La creencia en los budas vivientes (hay más de 1.000) es la mayor singularidad del budismo tibetano. Cuando un lama muere, se cree que renacerá en el mismo lugar o en un lugar cercano. Después de pasado cierto tiempo del fallecimiento del lama, se inicia la búsqueda para encontrar su reencarnación. Una vez encontrado, el niño -en ocasiones de apenas unos meses de edad- es reconocido oficialmente.

Un monje que es la reencarnación de uno de los monjes que localizaron al actual Dalai Lama explica la forma en que éste fue encontrado: el actual XIV Dalai Lama, Tenzin Gyatso, nació en 1935 en un pequeño pueblo al este del Tíbet, en una familia de campesinos. En 1937 un monje y un oficial fueron enviados a la región para buscar al nuevo Dalai Lama. Para no despertar sospechas se habían disfrazado de mercaderes y no revelaron cual era el objeto de su viaje, pero el futuro XIV Dalai Lama les reconoció por sus auténticos nombres. Al pequeño se le mostraron dos rosarios negros, dos rosarios amarillos, dos tambores rituales y dos bastones. Uno de cada par había pertenecido al Dalai Lama anterior y, sin ningún fallo, el pequeño eligió los objetos correctos.

El monasterio de Ganden, fue dinamitado durante la revolución cultural. De él fue abad Tsong Khapa, el fundador de la orden gelukpa, que además está enterrado allí. El actual abad, el Ganden Tripa, habla de su orden en el documental.

En este capítulo se nos muestran algunos de los destrozos que se produjeron en el patrimonio cultural tibetano durante la revolución cultural, hoy repudiada incluso por el partido comunista chino que la considera un "error". Según los representantes del gobierno oficial pro chino, hay libertad religiosa en el Tíbet de hoy, idea que no es compartida desde el gobierno tibetano en el exilio.



El cuarto episodio de esta serie para televisión, escrita por Pedro Molina Temboury, se dedica a profundizar en la vertiente más esotérica del budismo tibetano: el tantra. Al parecer, Buda no predicó únicamente de forma pública, sino que también transmitió enseñanzas secretas (tantras) dirigidas sólo a una élite de iniciados.

Los monjes nos muestran la forma de diseñar mandalas con arena de colores. Un mandala es un dibujo que se emplea para ayudar en la meditación. La palabra significa palacio y representa el universo, y también el arquetipo del laberinto que es necesario recorrer y llegar a su centro para alcanzar la iluminación. Se tarda unos siete años en aprender la técnica para dibujar mandalas. Según enseñó Buda, "nada existe, ni siquiera los dioses", por eso los mandalas una vez acabados se destruyen, para significar lo efímero de todas las cosas.

El objetivo de la meditación es alcanzar el control de la mente. En varias entrevistas los monjes explican la forma de hacerlo, las técnicas, las posturas, etc. Asistimos en el documental a una ceremonia tántrica, de la que son instrumentos principales el vajra o cetro de diamante y la campana, cuyo sonido es personal para cada monje.

Otro tipo diferente de ceremonia propia del tantra son las danzas de sentido esotérico, similares a las del antiguo Egipto o a las de los misterios dionisiacos griegos. El sexo tántrico es célebre en occidente, pero difícil de practicar en el Tíbet, pues los monjes y monjas viven en distintos monasterios.

El monasterio de Sakya se encuentra cerca de la frontera de Nepal y entre sus numerosos tesoros destaca su biblioteca, con miles de volúmenes en tibetano, chino, mongol y sánscrito. Los libros antiguos no están encuadernados, sino que sus grandes hojas se guardan en cajas.

Entrevistan a un monje que es el oráculo oficial del gobierno tibetano, al que se consultan determinadas cuestiones. Nos muestran el edificio de su sede, cerca de Lhasa, hoy vacío, ya que vive en el exilio de la India. Por primera vez, las cámaras han podido filmar al oráculo en trance. Durante su transcurso pronuncia palabras enigmáticas, que luego serán convenientemente interpretadas.

Por último, nos resumen la vida de Milarepa, considerado el primer iniciado del Tíbet, y su maestro Marpa. Hay ermitaños que han abandonado los monasterios y van en busca de un auténtico maestro.



Este quinto episodio de la serie se dedica a mostrar la vida del común de los tibetanos, desde su nacimiento hasta su muerte... y aún después.

Antes de convertirse en un pueblo de monjes, los tibetanos eran pastores nómadas que se desplazaban con sus ganados de yaks, el animal totémico del Tíbet (la hembra se llama dri). Se conserva mucho todavía de esta forma de vida.

Se nos muestran escenas de una fiesta de pastores, a la que acuden nómadas de distintas procedencias. Entre ellos los famosos Khambas, la etnia más belicosa del país, que ha protagonizado sublevaciones contra los chinos y anteriormente contra el gobierno del Tíbet.

Los tibetanos ponen a sus hijos nombres repugnantes como mierda de perro o moco hediondo, para engañar a los dioses y que no se los lleven prematuramente; luego de mayores se cambian el nombre, cosa fácil de hacer en el Tíbet. Como además los tibetanos no usan apellidos es difícil censarlos y resultan bastante incontrolables (no puedo evitar mostrar mi simpatía hacia esta forma de proceder, que además se parece a internet, donde cambiamos de nombre cuando nos conviene e incluso usamos varios seudónimos a la vez). Las carreras de caballos montados por jóvenes constituyen el rito de paso a la edad adulta.

Asistimos al festival de shoton o del yogur, en el palacio de Norbulingka, en Lhasa, con un espectáculo de ópera tibetana. La obra literaria más importante del Tíbet es la Epopeya del rey Gesar, que se ha transmitido de forma oral y que aún hoy día se recita. Dicen que es el poema más largo del mundo.

En las fiestas la gente procura escapar a los alimentos de siempre: el tsampa, (harina de cebada tostada), que se toma con té y manteca, y la carne, que se conserva largo tiempo por el frío y la sequedad del ambiente. Aunque el budismo prohibe el alcohol, los tibetanos consumen el chang, que es cerveza de cebada. Los tibetanos son aficionados al juego, como los dados o el mahjong.

Las mujeres tibetanas siempre han gozado de más libertad que las chinas o indias, pero una mujer no alcanza la liberación espiritual sin pasar por una reencarnación masculina. Sólo hay una mujer considerada encarnación de una diosa, pero no puede vivir en el monasterio del que es abadesa, porque éste es masculino y para célibes. La poliandria, tradicional entre los tibetanos, fue prohibida por los chinos. En el gobierno en el exilio hay algunas mujeres ministras. Por ejemplo, la hermana menor del Dalai lama fue ministra de educación.

La medicina tradicional tibetana es una mezcla de prácticas diversas como acupuntura y fitoterapia. Los análisis de orina no sirven sólo para hacer diagnósticos, sino como método de adivinación.

"Incluso Buda murió" dicen para demostrar la inevitabilidad de la muerte. Los tibetanos practican el yoga del buen morir. Creen que al morir y antes de reencarnarse, pasan por un estado llamado el bardo, intermedio entre las dos vidas. El Bardo Todol, libro tibetano de los muertos, contiene las palabras para guiar al difunto por el estado intermedio. La mayor aspiración de un tibetano es que en la hora de su muerte, un monje lea el libro junto a su lecho. Existe en occidente una versión a cargo del inefable Timothy Leary.

Los velorios duran a veces una semana. Los tibetanos practican los llamados funerales celestes: los cadáveres se descuartizan y se dan a comer a los buitres. En el documental vemos cómo procede un descuartizador profesional con el cadáver de una mujer. Son imágenes no aptas para estómagos sensibles (y no lo digo por mí).



El capítulo sexto y último del documental está dedicado a la historia reciente del Tíbet y a indagar sobre su posible futuro.

Nos ofrecen imágenes de Gyangtsé, su dzong (fortaleza) y el kunbum (gran pagoda). Gyangtsé conserva el sabor de las viejas ciudades, es la más tradicional del país, aunque también fue la primera en tener contacto con el exterior.

El museo de la fortaleza de Gyangtsé exhibe las armas medievales usadas por los tibetanos contra el ejército inglés de Ian Husband que, muy inferior en número pero con armamento muy superior -incluidas ametralladoras- derrotó fácilmente a los tibetanos.

En 1950 la República Popular China, liderada por Mao Zedong, envía al Tíbet a su ejército, poco después de que los soldados del derrotado ejército nacionalista abandonen su guarnición en Lhasa. Los chinos imponen el denominado 'Acuerdo por la Liberalización Pacífica del Tíbet', que confiere a China la defensa y la política exterior del territorio mientras que la política interior queda bajo la jurisprudencia del Dalai Lama.

A partir de 1952 los chinos desarrollan un programa de mejora de las comunicaciones y construyen carreteras y aeropuertos. En 1956 se crea la Región Autónoma del Tíbet, como parte de la República Popular China, con lo que el país pierde completamente su independencia. En ese mismo año se registran levantamientos populares y actividad guerrillera contra el régimen chino. El XIV Dalai Lama, acusado por Pekín de instigar las revueltas, tiene que huir disfrazado, atraviesa la frontera con cerca de cien mil tibetanos y se establece en Dharamsala, en el norte de India, donde fija el nuevo gobierno en el exilio. Pekín anuncia que el Tíbet está enteramente bajo su control y nombra máxima autoridad del gobierno autónomo al X Panche Lama.

En 1962 el Partido Comunista Chino exige que el Panche Lama califique al Dalai Lama como "reaccionario y traidor". En lugar de ello, el Panche Lama escribe un documento en donde describe la destrucción sistemática que estaba sufriendo el Tíbet (seis mil monasterios destruidos, el medio ambiente en peligro por las explotaciones mineras, masiva inmigración de población china, etc). Como consecuencia el Panche Lama es encarcelado y no sería liberado hasta 1977. En 1989 el Panche Lama vuelve a condenar la invasión y cuatro días después las autoridades chinas anuncian que ha muerto "víctima de un ataque al corazón". Ante las nuevas revueltas que se producen, China impone la ley marcial.

En 1995 el gobierno chino reconoce al niño de seis años Gyaincain Norbu como XI Panche Lama, a pesar de que unos días antes el Dalai Lama, desde su exilio indio, había reconocido a Gendhun Choekyi Nyima, de la misma edad. Un nuevo golpe para el gobierno oficial pro chino se produjo con la huida del joven karmapa, la tercera autoridad religiosa, que se exilió en India junto al Dalai.

En el Tíbet de hoy la modernización impuesta por la República Popular China convive con las formas tradicionales. Nos ofrecen comentarios sobre la situación de clases bajas del país, desde el punto de vista del gobierno comunista chino y el gobierno del exilio, que naturalmente difieren.

El gobierno del exilio se queja de la inmigración en el Tíbet de chinos de la etnia han. Según dicen, los chinos tratan de acabar con la lengua tibetana: el chino es obligatorio en la escuela y el inglés y el tibetano opcionales, pero se aconseja a los niños estudiar inglés. Aunque mal visto por China, el Dalai Lama dice no ser un independentista en sentido estricto, pero muchos tibetanos que le rodean verían bien no sólo la independencia del Tíbet, sino la creación del Gran Tíbet, incorporando otros territorios que pertenecieron al antiguo imperio.

La serie concluye con la siguiente apreciación: "hemos intentado orientarnos en el laberinto del Tíbet pero no hemos encontrado la salida".

¡Lha gyalo! (los dioses siempre triunfan)

Los Budas Gigantes





En el año 2001, el líder talibán Mullah Omar dictó una fatwa en la que ordenaba la destrucción de las dos estatuas y el 12 de marzo de 2001 se procedió a su voladura. 

Durante mil quinientos años, dos gigantescas estatuas de Buda se erigían en sus nichos, que flanqueaban el remoto valle de Bamiyán en Afganistán. La más pequeña de ellas, de 35 metros, llamada Shamama (Reina Madre), pintada de color azul y con la cara en oro, se supone que representaba al Buda Sakyamuni. La segunda estatua, de 55 metros, el Buda Salsal, fue erigida cincuenta años después. Era la mayor estatua de Buda de pie construida en el mundo. 

Director: Christian Frei 

Productora: Filmproductions Gmbh/ZDF/ARTE - Alemania -- 2005 

Duración: 95 minutos 

El 12 de marzo de 2001 los talibanes siguiendo una orden del Mullah Omar dinamitaron las estatuas gigantes de los dos Budas del valle de Bamiyan, en Afganistán. El director de origen suizo Christian Frei parte de este hecho para contar la historia siguiendo los pasos de Xuanzang, un monje chino del siglo VII conocido por sus dieciséis años de larga caminata a lo largo de la Ruta de la Seda hacia India. Bamiyan fue una de sus paradas. El diario de Xuanzang describe con evocativas descripciones cómo eran los Budas de este valle y hace mención a una tercera estatua en posición durmiente, de 300 metros de largo. Fascinado por esta leyenda un arqueólogo francés comienza las excavaciones. Paralelamente, el documental, por medio de la escritora y periodista afgana Nelofer Pazira, cuenta la historia de estos budas así como los trabajos de la UNESCO para reconstruirlos utilizando elementos de alta tecnología, como la "fotogrametría". 

Christian Frei empleó 14 semanas de rodaje en siete países para la conclusión de su obra "Los Budas gigantes", de la que es además productor y editor. Rodó su primer documental en 1981. En su filmografía cuenta con dos películas documentales "Ricardo, Miriam y Fidel" y "Fotógrafo de Guerra", nominado por la Academia de las Ciencias y las Artes de Hollywood en el apartado de mejor documental de larga duración y que ha obtenido doce premios en diversos festivales internacionales.

El significado y uso de un mándala


El significado de un mándala 

La palabra tibetana para “mándala”, dkyil-‘khor, literalmente significa “aquello que rodea a un centro”. En este contexto, un “ centro” es un significado, y “aquello que lo rodea”, un mándala, es un símbolo redondo que representa el significado. Sin embargo, no todos los mándalas son redondos. 

Existen muchos tipos de mándalas, utilizados para propósitos diversos en las prácticas budistas, tanto del sutra como del tantra. Exploremos algunos de ellos. 

Mándala externo 

Un mándala externo (phyi’i dkyil-‘khor) es la representación de un sistema de mundos. Es utilizado como ofrenda a un maestro espiritual en la solicitud de una enseñanza, de conferir un conjunto de votos, y de un empoderamiento tántrico. Es similarmente utilizado como una ofrenda de apreciación al final de una enseñanza o de una ceremonia de votos o empoderamiento (iniciación tántrica). 

El mándala ofrecido puede consistir de un cuenco de fondo plano, sostenido con el fondo hacia arriba, con tres montículos de grano crudo o de gemas, colocados uno sobre la superficie del otro y contenidos por anillos concéntricos progresivamente más pequeños. Al final se corona con una diadema ornamental.


Juego de ofrendas de mándalas tradicionales tibetanos.


De forma alterna, la ofrenda del mándala puede ser elaborada con un mudra, con los dedos entrelazados en un patrón específico. 

Mudra de manos de la ofrenda del mandala.


El sistema de mundos representado en ambos tipos de mándala externo es generalmente el ilustrado en las enseñanzas del abidarma concernientes a tópicos especiales de conocimiento. Consiste de un sistema con cuatro islas continentales alrededor del Monte Meru que se ubica en el centro, donde cada isla continental posee dos islas más pequeñas que la flanquean a los lados, dando la espalda al Monte Meru. En el sistema de kalachakra, la forma del sistema de mundos es ligeramente diferente, aunque también cuenta con un Monte Meru, cuatro islas continentales y ocho islas menores. 

Su Santidad el XIV Dalái Lama a menudo ha mencionado que también podemos imaginar al mándala externo representando al planeta Tierra, al sistema solar, a la galaxia, o al universo, tal como la ciencia moderna los concibe actualmente. Es lo mismo. El punto es que ofrecer un mándala representa la disposición de ofrecer todo en el universo para recibir enseñanzas, votos o empoderamientos. 

Ofrecer el mándala externo cien mil veces es un elemento estándar de las prácticas preliminares especiales (sngon-‘dro) realizadas para acumular suficiente fuerza positiva (bsod-nams, mérito) para comenzar la práctica formal del tantra con un mínimo grado de éxito. En tales casos, el objeto al cual el mándala es ofrecido usualmente consiste en una asamblea visualizada de budas, bodisatvas y maestros del linaje, especialmente nuestros propios maestros espirituales. La efectividad del mándala para acumular fuerza positiva depende de la pureza de la motivación, del nivel de concentración, y de la profundidad del entendimiento de la vacuidad de quien realiza la ofrenda; de los objetos a quienes se presenta la ofrenda, del mándala mismo, y de la acción de hacer la ofrenda. 

Realizar repetidas ofrendas de un mándala externo también acumula la fuerza positiva requerida para abrirse paso del nivel presente de entendimiento y progresar a un nivel más profundo. Por ejemplo, Tsongkapa (Tsong-kha-pa Blo-bzang grags-pa), el fundador de la tradición guelug, realizó dieciocho series de 100,000 ofrendas de mándala, además de treinta y cinco series de 100,000 postraciones, a fin de acumular suficiente fuerza positiva para lograr un correcto entendimiento de la visión prasánguika-madyámaka de la vacuidad. 

Mándalas internos, secretos y de la naturaleza misma de la realidad 

El anutarayoga tantra, la más alta de las cuatro escuelas del tantra en las tradiciones del nuevo período de traducción (kagyu, sakya y guelug), tiene cuatro niveles de ofrendas. Paralelos a éstos están los cuatro niveles de ofrendas de mándalas. Estos cuatro niveles de ofrendas y ofrendas de mándalas se correlacionan con los cuatro empoderamientos (dbang, iniciación, “wang”) del anutarayoga tantra. 


  • Una ofrenda externa (phyi’i mchod-pa) consiste de objetos externos tales como agua, flores, incienso, etc., o de objetos deseables a los cinco sentidos. Un mándala externo es una ofrenda hecha de un sistema de mundos externo. La ofrenda y el mándala externos se correlacionan con el empoderamiento de la vasija (bum-dbang). El empoderamiento de la vasija purifica al cuerpo para alcanzar el nirmanakaya (sprul-sku), cuerpo de emanación. Éste empodera la práctica del estado de generación (bskyed-rim), durante la cual nos visualizamos como figuras búdicas. 
  • Una ofrenda interna (nang-mchod) consiste de aspectos del cuerpo. Estos pueden ser, ya sea aspectos del cuerpo burdo, es decir, los cinco agregados y los cinco elementos, o en el kalachakra, aspectos del cuerpo sutil, es decir, los diez vientos de energía sutil. Las cinco carnes y los cinco néctares, purificados, transformados y multiplicados, representan los dos conjuntos de cinco o los diez. Un mándala interno (nang-gi dkyil-‘khor) es una ofrenda compuesta de varias partes del cuerpo burdo, con la columna o el tronco imaginados como el Monte Meru y los cuatro miembros imaginados como las cuatro islas continentales. La ofrenda y el mándala internos se correlacionan con el empoderamiento secreto (gsang-dbang). El empoderamiento secreto purifica los vientos de energía sutil y palabra para alcanzar el sambogakaya (longs-sku), cuerpo de uso completo. Éste empodera la práctica del cuerpo ilusorio (sgyu-lus) en el estado completo (rdzogs-rim). 
  • Una ofrenda secreta u oculta (gsang-mchod) se compone de un darse cuenta gozoso. De manera alterna, se compone de un darse cuenta gozoso no conceptual de la vacuidad con la actividad mental más sutil de la luz clara (la luz clara de la mente). Similarmente, un mándala secreto u oculto (gsang-ba’i dkyil-‘khor) es una ofrenda de un darse cuenta gozoso o de un darse cuenta gozoso no conceptual de la vacuidad con la luz clara de la mente. La ofrenda secreta u oculta y el mándala secreto u oculto se correlacionan con el empoderamiento de la conciencia discriminativa profunda (shes-rab ye-shes dbang). El empoderamiento de la conciencia discriminativa profunda purifica a la mente para lograr un jñana-darmakaya (ye-shes chos-sku), cuerpo de conciencia profunda que todo lo abarca. Empodera la práctica, en el estado completo de la luz clara (‘od-gsal). 
  • Una ofrenda de la naturaleza misma de la realidad (de-kho-na-nyid mchod-pa, ofrenda de talidad) se compone de la cognición no conceptual de la vacuidad. De manera alterna, se compone de las dos verdades inseparables, es decir (1) nuestra apariencia pura como figura búdica (yidam, “deidad”) y (2) el darse cuenta gozoso no conceptual de la vacuidad con la luz clara de la mente. Un mándala de la naturaleza misma de la realidad (de-kho-na-nyid-kyi dkyil-‘khor, mándala de talidad) es una ofrenda de cognición no conceptual de la vacuidad o de las dos verdades inseparables anteriormente formuladas. La ofrenda y el mándala de la naturaleza misma de la realidad se correlacionan con el cuarto (dbang bzhi-pa) empoderamiento, también llamado empoderamiento de palabra (tshig-dbang). Un empoderamiento de palabra purifica conjuntamente al cuerpo, a la palabra y a la mente, inseparablemente unidos para lograr el svabavakaya (ngo-bo-nyid sku), cuerpo de naturaleza esencial, o más plenamente, el svabavakaya-darmakaya (ngo-bo-nyid chos-sku), cuerpo de naturaleza esencial que todo lo abarca. Éste empodera la práctica, en el estado completo, del par unificado (zung-‘jug) de las dos verdades. 


Mándalas sobre la base de los empoderamientos que son conferidos 

A diferencia de las autorizaciones subsiguientes (rjes-snang), que son conferidas sobre la base de una torma (gtor-ma), pastel de cebada tostada actualizado (realmente transformado) en una figura búdica por un maestro tántrico, los empoderamientos son conferidos sobre la base de un mándala. 

El empoderamiento de la vasija, encontrado en las cuatro clases de tantra, es conferido sobre la base del mundo simbólico del mándala en el que la figura búdica o el conjunto de figuras búdicas viven. Éste incluye: (1) el mándala de apoyo (rten-pa’i dkyil-‘khor), es decir, el palacio y el entorno circundante, y (2) el mándala apoyado (brten-pa’i dkyil-‘khor), es decir, las figuras búdicas en su interior. 

Las bases para etiquetar o imputar (gdags-gzhi) el mundo simbólico del mándala durante el ritual de empoderamiento pueden ser: 

  • Un mándala de tela (ras-bris-kyi dkyil-‘khor), el cual es una representación bidimensional del palacio y su entorno, similar a un plano arquitectónico, pintado sobre un pedazo de tela o papel, y generalmente colocado dentro de un marco de madera pintado con adornos, con los lados abiertos y un techo. 
  • Un mándala de arena (rdul-phran-gyi dkyil-‘khor), el cual es una representación del palacio y su entorno, hecho de arena coloreada y generalmente colocado en el mismo tipo de marco de madera que el mándala de tela. 
  • Un mándala de estabilidad mental (bsam-gtan-gyi dkyil-‘khor), el cual es actualizado a partir de la absorción meditativa (ting-nge-‘dzin, sct. samadhi) del maestro tántrico, sin una base física. 
  • Exclusivamente en algunos anutarayoga tantras madre, como Chakrasamvara, Vajrayogini, Hevajra y Chitamani Tara, un mándala de cuerpo (lus-kyi dkyil-‘khor, lus-dkyil), en el cual el maestro tántrico ha actualizado (realmente transformado) varias partes de su cuerpo sutil como aspectos de los mándalas de apoyo y apoyados. Recibir un empoderamiento de un mándala de cuerpo requiere haber recibido previamente un empoderamiento de los tres tipos de mándalas anteriormente mencionados. 
  • Ocasionalmente, un mándala tridimensional (blos-blangs), generalmente hecho de madera o metal, puede ser utilizado de manera alterna. 


Los siguientes tres empoderamientos sólo pueden ser encontrados en el anutarayoga tantra. 

  1. El empoderamiento secreto es conferido a partir de un mándala redondo simbólico de la bodichita convencional (kun-rdzob byang-sems-kyi dkyil-‘khor). Esto se refiere, generalmente, a gotas de yogurt y té, que sirven como la base sobre la cual se etiqueta a las gotas blanca y roja de energía de bodichita, y que se dan a probar. 
  2. El empoderamiento de conciencia discriminativa profunda es conferido a partir de un mándala redondo simbólico de una matriz (bha-ga’i dkyil-‘khor). 
  3. El tercer empoderamiento o de palabra es conferido a partir de un mándala redondo simbólico de la bodichita más profunda (don-bam byang-sems-kyi dkyil-‘khor). Este mándala se refiere al más profundo entendimiento de la vacuidad. 


En el kalachakra, 

  1. El empoderamiento de la vasija es conferido a partir de una vasija redonda simbólica de un seno, en lugar de una vasija conteniendo agua consagrada como en otros sistemas anutarayoga. 
  2. El empoderamiento secreto es conferido a partir de un mándala redondo simbólico de una matriz, la fuente de las gotas simbólicas que se prueban, en vez de a partir de un mándala de gotas de bodichita convencional como en otros sistemas anutarayoga. 
  3. El empoderamiento de conciencia discriminativa profunda es conferido a partir de un mándala redondo simbólico de la bodichita convencional, gotas de energía sutil que descienden a través del cuerpo, en vez de a partir del mándala de la matriz como en otros sistemas anutarayoga. 
  4. El cuarto empoderamiento o de palabra es conferido a partir del mándala redondo simbólico de la bodichita más profunda, como en otros sistemas anutarayoga. 


Discos simbólicos de los mándalas 

La práctica tántrica incluye visualizaciones de varios discos redondos de mándalas simbólicos. Los más comunes son discos de mándalas del sol y la luna que representan, respectivamente, el entendimiento de la vacuidad y del objetivo de la bodichita de alcanzar la iluminación para poder ayudar de la mejor manera a todos los demás. 

Los cinco elementos externos y corporales (tierra, agua, fuego, viento y espacio) son comúnmente representados por discos de mándalas simbólicos con las formas y los colores usados convencionalmente en el budismo. Por ejemplo, un disco de mándala amarillo y cuadrado representa al elemento tierra. 

En el sistema kalachakra, los discos redondos simbólicos de los mándalas de los cuatro cuerpos celestiales involucrados en eclipses, la luna, el sol, Rahu y Kalagni (los nodos norte y sur de la luna), representan a cuatro gotas de energía sutil dentro del cuerpo sutil. Éstas son las gotas de energía del estado de vigilia, del estado de sueño, del estado de sueño profundo, y del cuarto estado cúspide. 

Palacios mándala 

La mayoría de los sistemas de figuras búdicas incluyen un palacio mándala, a menudo llamados palacios inconmensurablemente magníficos (gzhal-yas khang), en el cual residen las figuras búdicas del sistema. La estructura de los palacios emula a los antiguos palacios indios, aunque los techos sugieren una influencia china. Los palacios son cuadrados, generalmente con dos pisos, aunque a veces cuentan con más, y tienen portales que conducen a pasillos de entrada a cada lado y un arco al final de cada portal. Los muros tienen múltiples capas de grosor y rematan con molduras y otros rasgos complejos de estructuras ornamentales enjoyadas. 

Cada rasgo arquitectónico representa un aspecto particular del camino a la iluminación. Por ejemplo, en referencia al mándala de Vajrabairava, los cuatro lados del palacio representan las cuatro verdades nobles, los cinco colores del piso y de las capas de los muros representan los cinco tipos de conciencia profunda, etc. 

Mándala corporal 

Varios sistemas de figuras búdicas tanto del anutarayoga tantra padre como del madre cuentan con mándalas corporales (lus-dkyil). Un mándala corporal comprende una red de figuras búdicas organizadas dentro de nuestro cuerpo como figura búdica y para el cual varias partes de nuestro cuerpo samsárico impuro han servido como sus causas de obtención (nyer-len-gyu rgyu). La causa de obtención de algo es aquella sobre la cual se obtiene el elemento como su sucesor y, por tanto, cesa de existir cuando surge su sucesor. Por ejemplo, la masa de pan, al hornearse en pan, deja de existir como masa. Similarmente, en el sistema Guhyasamaja, por ejemplo, nuestro agregado impuro de la forma sirve como la causa de obtención para que la forma pura de Vairóchana surja en su lugar. 

En los sistemas de figuras búdicas del anutarayoga tantra madre que cuentan con mándalas corporales, tales como Chakrasamvara, Vajrayogini y Chitamani Tara, las figuras surgen de partes de su cuerpo de energía sutil, es decir, de los canales de energía, como sus causas de obtención. En los sistemas del anutarayoga tantra padre que cuentan con mándalas corporales, tales como Guhyasamaja, las figuras surgen como partes del cuerpo burdo, tales como los agregados, los elementos, los sensores cognitivos y los miembros, como sus causas de obtención. En los sistemas del anutarayoga tantra, designados como no duales en la tradición sakya, y que cuentan con mándalas corporales, tales como Hevajra, partes tanto del cuerpo burdo como del sutil sirven como causas de obtención de las figuras búdicas. 

Los anteriores son ejemplos de mándalas corporales apoyados de figuras búdicas. Algunos sistemas anutarayoga, tales como Guhyasamaja, también poseen un mándala corporal de apoyo compuesto de un palacio para el cual partes del cuerpo burdo han servido como sus causas de obtención. 

Únicamente los mándalas corporales en los sistemas anutarayoga madre sirven como la base sobre la cual un empoderamiento de la vasija puede ser conferido.

Escrito por: Alexander Berzin

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