lunes, 31 de enero de 2011

El Bodhisattva de la Compasión: Avolokiteshvara


Avalokiteśvara (en sánscrito अवलोकितेश्वर) es el bodhisattva de la Compasión. Es conocido en Tíbet con el nombre de Chenrezig y en Japón como Kannon. En China, Avalokiteśvara fue sincretizado con la figura de la Diosa Madre, dando lugar a la bodhisattva Guānyīn.
Los tibetanos consideran al Dalái Lama una emanación del bodhisattva de la Compasión.
El nombre Avalokiteśvara se compone de las siguientes partes:
  1. ava, prefijo verbal que significa "abajo";
  2. lokita, participio pasado del verbo lok ("notar, observar, contemplar"), que aquí se usa en sentido activo (una irregularidad ocasional en la gramática sánscrita); y
  3. īśvara, "señor", "gobernante", "soberano" o "amo". De acuerdo con las reglas del sandhi, īśvara deviene en eśvara.
Al combinar estos elementos nos queda: "el señor que mira hacia abajo (el mundo)". La palabra loka ("mundo") no está presente en el nombre, pero se entiende implícita.
Otro epíteto de Avalokiteśvara es Lokeśvara-rāja (Rey de la soberanía del mundo). La interpretación china de este nombre es 世自在王 Shìzìzàiwáng "rey soberano del mundo" (los caracteres que se usan para traducir īśvara son 自在, que como sustantivo se traduce por señor y como adjetivo: libre, liberado, sin restricción. Como verbo es dominar; imponer; gobernar; predominar; dirigir o reinar [según la escuela dharma china de caracteres 法相宗]).
Sin embargo, la investigación reciente señala que la forma original y el significado del nombre eran muy diferentes: Avalokitasvara con la terminación -svara ("sonido, ruido"), de modo que la palabra se traduce: "quien ha percibido un sonido" (un compuesto brahmi con un participio pasivo como primer elemento). Esto es, avalokita: "ese que ha sido percibido" y el compuesto es literalmente "el que ha un sonido percibido", vale decir, percibidor del sonido sufriente de los mundos (los 6 reinos). Éste es el equivalente exacto de la traducción china 觀音 Guānyīn. Este nombre fue posteriormente suplantado por la forma que contiene la terminación -īśvara, lo que no sucedió en sánscrito antes del siglo VII, mientras que la forma original Avalokitasvara ya aparece en fragmentos sánscritos del siglo V.
El significado original del nombre calza con la comprensión budista sobre el rol de un bodhisattva, en tanto que la reinterpretación que lo presenta como un īśvara muestra una fuerte influencia del shivaísmo, donde el término īśvara está relacionado usualmente con la noción hindú de un dios creador y gobernador del mundo. Tales atributos divinos fueron transmitidos al bodhisattva, pero la mayoría de los adoradores de Avalokiteśvara sostiene el rechazo budista a la doctrina de un dios creador primordial.

Origen

Para los eruditos occidentales
Los eruditos occidentales no han llegado a consenso sobre el origen de la veneración de Avalokiteśvara. Algunos han sugerido que Avalokiteśvara, junto con muchos otros seres sobrenaturales del budismo, fue un préstamo o absorción que el Mahāyāna tomó de una o muchas deidades hindúes, en particular de Śivá o Viṣṇu. En el Theravāda, el nombre búdico Lokeśvara (饒王, 世自在王, 世饒王佛), “el señor, gobernante o soberano que observa el mundo”, fue probablemente un desarrollo de la idea de Brahmā, Viṣṇu o Śivá como ‘’Lokanātha’’, “señor de los mundos”. En Indo-China se refiere especialmente a Avalokiteśvara, cuyo rostro es frecuentemente representado en forma masculina, por ejemplo en Angkor. Es el buda bajo quien Amitābha ingresó a la vida ascética e hizo sus 48 votos en una existencia previa.

Relato mahāyāna
Según la doctrina mahāyāna, Avalokiteśvara es el bodhisattva que hizo un gran voto para escuchar los ruegos de todos los seres sensibles en momentos de dificultad y posponer su propia budeidad hasta haber ayudado a cada ser sobre la tierra a alcanzar el nirvana. Entre los sūtras mahāyānas asociados con Avalokiteśvara aparecen: el Sūtra del Corazón (como discípulo del buda histórico Śākyamuni) y el Sūtra del Loto, particularmente el 25º capítulo, el cual es a veces referido como el “Sūtra Avalokiteśvara”.
Las seis formas de Avalokiteśvara en el mahāyāna 天臺六觀音 (Tiāntái liu Guānyīn) son:

  1. 大悲觀音 gran compasión,
  2. 大慈觀音 gran bondad,
  3. 獅子無畏觀音 valiente como león,
  4. 大光普照觀音 luz universal,
  5. 天人丈夫觀音líder de los dioses y de los hombres,
  6. 大梵深遠觀音, 大梵至聖觀音 el gran Brāhma omnipresente.

Cada una de estas seis cualidades de este ‘’bodhisattva’’ rompe los respectivos obstáculos 三障 de los 6 mundos budistas: infiernos, Pretas (espíritus hambrientos), animales, asuras (titanes), hombres y devas (dioses).

Relato vajrayāna
En la tradición tibetana, Avalokiteśvara es visto como surgiendo de dos fuentes. Una es la relativa, donde un eón previo (kalpa), un devoto y compasivo monje budista deviene en un bodhisattva, transformado en el kalpa presente de Avalokiteśvara. Sin embargo, ésta no entra en conflicto con la fuente final, según la cual Avalokiteśvara es la manifestación universal de la compasión. El bodhisattva es visto como el vehículo antropomórfico para la deidad real, que sirve para provocar una mejor compresión de Avalokiteśvara a la humanidad.

Las siete formas de Avalokiteśvara en el budismo esotérico 密教七觀音:

  1. 不空羅索觀音 red no vacía (o que no falla), o lazo, Amoghapāśa,
  2. 千手千眼面觀音 de mil manos y mil ojos, vara-sahasrabhuja-locana/Sahasrabhujasahasranetra,
  3. 馬頭觀音 cabeza de caballo, Hayagriva,
  4. 十一面觀音 de 11 rostros, Ekadasamukha,
  5. 准提觀音 Cundi,
  6. 如意輪觀音 rueda del poder soberano, Cintamani-cakra,
  7. 聖觀音, 正觀音 el santo, 聖觀自在 arya Lokiteśvara, el santo soberano que sostiene el mundo (loka), una traducción de īśvara significa “gobernador” o “soberano”.Una conocida leyenda budista narra que Avalokiteśvara hizo el voto de nunca descansar hasta haber liberado a todos los seres sensibles del saṃsāra. A pesar de su agotador esfuerzo, se dio cuenta de que todavía quedaban muchos seres desgraciados por salvar. Después de luchar para comprender las necesidades de todos, su cabeza se dividió en once partes. El buda Amitābha, al observar su apremio, le dio once cabezas para oír los lamentos de los sufrientes. Al oír esos clamores y comprenderlos, Avalokiteśvara intentó alcanzar a todos aquellos que necesitaban ayuda, pero encontró que sus brazos se destrozaban. Una vez más, Amitābha vino en su ayuda y lo dotó con mil brazos para que pudiera ayudar a la las multitudes sufrientes.

Muchas versiones himalayas de este cuento incluyen ocho brazos con los cuales Avalokiteśvara hábilmente sostiene el dharma, cada uno de los cuales posee su implemento particular, mientras que las versiones chinas más específicas dan diferentes cuentas sobre su número.
Avalokiteśvara es una deidad importante para el budismo tibetano y es considerado en las enseñanzas vajrayāna como un buda. En cambio, para las enseñanzas mahāyāna es visto más bien como un bodhisattva de elevado nivel. Se considera al Dalái Lama como la manifestación primaria en la tierra de Chenrezig por la secta Gelugpa y muchas otras del budismo tibetano. La secta Karma Kagyu, en cambio, considera al Karmapa como la manifestación primaria de Chenrezig. Se dice que Padmasambhava profetizó que Avalokiteśvara se manifestará a sí mismo en los linajes Tulku de los Dalai Lamas y de los Karmapas. Otra fuente tibetana explica que buda Amitābha dio a uno de sus principales discípulos, Avalokiteśvara, la tarea de hacerse cargo del cuidado del Tíbet. Ésta es la razón por la cual se maniesta no solo bajo la forma de maestros espirituales del Tíbet sino también bajo la forma de reyes (como Trisong Detsen) o ministros.
Otras manifestaciones populares en el Tíbet incluyen Sahasra-bhuja (una forma con mil brazos) y Ekādaśamukha (una forma con once rostros).
En el budismo tibetano, Tārā la Blanca actúa como la consorte y vigorizante de Avalokiteśvara/Chenrezig. Según la creencia popular, Tārā vino a la existencia de una simple lágrima derramada por Chenrezig. Cuando la lágrima cayó al suelo se formó un lago, y un loto que se abrió en el lago reveló a Tārā. En otra versión de esta leyenda, Tārā emergió del corazón de Chenrezig. En otra, es el fluir de la compasión de Chenrezig lo que se manifesta en Tārā como ser.

Budismo de la Tierra Pura

Buda Amithaba y dos Bodhisattavas en un templo de Taiwan.
Budismo de la Tierra Pura, también erróneamente llamado en ocasiones Amidismo, es una escuela del Budismo Mahayana y, junto con el Zen, una de las escuelas más populares del budismo en el este de Asia. El budismo de la Tierra Pura se centra en la fe al Buda Amitabha.
El budismo de la Tierra Pura se encuentra frecuentemente en ramas más extendidas del budismo como son la escuela Tiantai china o el budismo Shingon japonés. Sin embargo, el budismo de la Tierra Pura también es una escuela independiente como se ve en la escuelas japonesas Jodo Shu y Jodo Shinshu. Por tanto, no hay una escuela de budismo de la Tierra Pura per se, sino un numeroso subconjunto de la rama Mahāyāna del budismo.
La idea principal detrás del budismo de la Tierra Pura era la creencia de que el mundo budista estaba en deterioro y que el Nirvana había llegado a ser cada vez más difícil de alcanzar por la gente común. Como consecuencia, en lugar de un trabajo meditativo con el objetivo de la Iluminación, el budismo de la Tierra Pura enseña que a través de la devoción al Buda Amitabha uno puede renacer en la Tierra Pura donde la iluminación está garantizada. El budismo de la Tierra Pura era popular entre los plebeyos y los monásticos ya que proporcionaba un sencillo método de expresar fe como seguidor budista. En el Japón medieval también fue popular entre los excluidos por la sociedad, tales como prostitutas y mendigos, a los que frecuentemente se les denegaban servicios espirituales por parte de la sociedad pero que podían encontrar práctica religiosa a través de la adoración al Buda Amitabha.
El budismo de la Tierra Pura se basa en los sutras de la Tierra Pura, de los que se dice fueron llevados a China por primera vez en el año 148, cuando el monje parto An Shih Kao empezó a traducir sutras al chino en la capital imperial Luoyang, durante la Dinastía Han, en el templo del Caballo Blanco. Al monje kushan Lokaksema, que llegó a Luoyang dos décadas después que An Shih Kao, se le atribuyen frecuentemente las primeras traducciones del núcleo de los sutras del budismo de la Tierra Pura. Estos sutras describen a Amitābha y su Tierra Pura, llamada Sukhavati en sánscrito.
Aunque el Buda Amitabha es mencionado en varios sutras budistas, el Sukhâvatîvyûha es considerado frecuentemente como el más importante. En este sutra, el Buda describe a su ayudante, Ananda, como Amitābha, como un avanzado monje llamado Dharmakara, hizo un gran número de votos para salvar a todos los seres, y a través de su gran mérito, creó un reino llamado la Tierra de la Felicidad (Sukhavati). Este paraíso acabaría siendo conocido como la Tierra Pura en la traducción china.
El budismo de la Tierra Pura jugó un rol poco importante en los inicios del budismo indio, pero llegó a ser de importancia con la fundación de un monasterio en lo alto del Monte Lushan por Huiyuan en el año 402. Se extendió rápidamente por China y fue sistematizado por una serie de pensadores elite-monastic como Tanluan, Daochuo, Shandao y otros. El movimiento religioso se extendió a Japón y lentamente creció en importancia. Honen (1133-1212) estableció el budismo de la Tierra Pura como una secta independiente en japón, conocida como Jodo Shu. La Enciclopedia Budista publicó otra versión del linaje que incluye 13 patriarcas del budismo de la Tierra Pura. A día de hoy, el budismo de la Tierra Pura es, junto con el Chan (Zen), la escuela más extendida de budismo en China, Japón, Taiwan y Vietnam.
Por tanto, los seguidores creen que el Buda Amitabha ofrece una práctica alternativa hacia la consecución de la Iluminación]. En el pensamiento del budismo de la Tierra Pura, la Iluminación es difícil de obtener sin la ayuda del Buda Amitabha, debido a que la gente vive ahora en una era deteriorada, conocida como la Edad del deterioro del Dharma. En lugar de un trabajo de meditación solitario con el objetivo de la Iluminación], el budismo de la Tierra Pura enseña que la devoción al Buda Amitabha lleva a uno a la Tierra Pura desde la cual la iluminación estará garantizada.
En la cultura medieval del este asiático, esta creencia fue particularmente popular entre campesinos y gente que era considerada "impura", tal como cazadores, pescadores, prostitutas, etc. El budismo de la Tierra Pura ofrecía una forma de práctica budista para aquellos que no eran capaces de practicar de otras formas. Se cree, que si los practicantes cantan el nombre del Buda Amitabha (nembutsu) cuando su vida actual llega al final, pueden ser recibidos por el Buda Amitabha. En el sutra Sukhâvatîvyûha, Amitābha realiza 48 votos, estableciendo en el voto decimoctavo que garantizará el renacimiento en su Tierra Pura a cualquiera que pueda recitar su nombre 10 veces. Esta sencilla forma de veneración ha contribuido en gran medida a su popularidad en el este asiático.
Otra práctica alternativa que se encuentra en el budismo de la Tierra Pura es la meditación en la contemplación de Amitabha y/o su Tierra Pura. Las bases para ello se encuentran el sutra de la contemplación, donde el Buda describe a la reina Vaidehi cuyo aspecto toma Amitabha y como meditar en él. Las prácticas de visualización de Amitabha son más populares entre las prácticas esotéricas del budismo, tales como el budismo Shingon japonés, mientras que el nembutsu es más popular entre seguidores laicos.

El budismo en Vietnam

Imagen de Buda en Nha Trang.

El Budismo pudo haber sido introducido en Vietnam por el mar, tan temprano como el primer siglo DC. En el segundo siglo, las fuentes chinas registran una comunidad budista próspera en Tongking Vietnam del norte dirigida por dos prominentes monjes que se destacaron en los siglos segundo y tercero: Mau Bac (Mao po) y Khoung Tang Hoi (K’ang Seng Hui). La historia del Budismo Vietnamita, sin embargo, empieza en 580 DC, con la llegada de Vinitaruci, un monje indio que había estudiado con el Tercer Patriarca del Budismo Zen chino mucho antes que estas escuelas se dividieran en Norte y Sur. Este primer linaje de Maestros Zen Vietnamitas finalizó con la muerte del Veinte y Ocho Patriarca en 1216, aunque la rama de Vinitaruci continúa siendo prominente, principalmente en al norte.
El segundo linaje Zen en Vietnam fue iniciado por el monje chino Wu Yen T'ung (Vo-Ngo-Thong), quien estudió en China con el famoso Maestro Zen Pai- Chang. Esta sucesión de linaje de maestros de meditación desapareció también en el siglo trece, aunque otra vez la escuela sobrevive como tal. Aunque estos primeros dos linajes de Budismo Zen no sobreviven como linajes (significa el fin de la sucesión de Patriarcas no que la escuela como tal muera), ellos sentaron las bases para una integración completa del Budismo y el nacionalismo vietnamita que comenzaron en la Dinastía de Dinh (969-81). En 981-1009, la primera y completa edición de Tripitaka (los tres canastos, sutras, reglas budistas y aplicación de la práctica) fueron importados desde China. La Dinastía Ly atravesó la edad dorada de la independencia vietnamita y la prosperidad. Antes de este período Vietnam fue dominada por los chinos. Después de este período, aunque expandió su territorio, Vietnam fue acosada por Mongolia, codiciada por la Dinastia Yun, por la Dinastia Ming, por la Dinastía Ch'ing de China y finalmente dominada por Francia.
En 1069, la campaña de la dinastía Ly de la expansión hacia el sur contra la provincia de Champa alcanzó su más lejana extensión: el paralelo diecisiete. En el curso de esta campaña, un significativo prisionero fue traído a Tongking del territorio capturado de Champa. Este prisionero era el monje chino Ts’ao Tang (Thao Duong), un defensor de la síntesis del Zen- Tierra Pura, que era prominente en China en aquel tiempo. Con el apoyo de Rey Ly Thanh To, la síntesis del Zen - Tierra Pura ganó una posición dominante entre los vietnamitas, la cual se mantiene presente hasta nuestros días.
Otro evento muy importante en la historia del budismo vietnamita y en particular del Zen (Thien) fue la abdicación del rey Tran Nha Tong en 1278 convirtiéndose en monje budista, dejándole el trono a su hijo y refugiándose en las selvas de Vietnam en la montaña de Yen Tu: aquí fundó la secta Truc Lam el primer centro budista Zen.
Otro detalle importante en la historia del budismo en Vietnam fue en 1225-1258: el primer emperador se dedicó a ser más monje que rey, y una noche escapó de su palacio como Buda y renunció a su trono. Toda su familia y ministros se dedicaron a buscar al rey por todo lugar, al final lo encontraron refugiado en las montañas. Todos trataron de persuadirlo a que volviera al trono pero este se rehusó a hacerlo hasta que muchos de sus seguidores decidieron cometer suicidio si no retornaba. El rey al fin tuvo que acceder.
En ese tiempo Mongolia se había convertido en una súper potencia militar y medio mundo estaba en sus manos (Asia central, Rusia, Hungría China…etc.) Después de dominar China puso sus ojos en Vietnam, y con una tropa de más de 300 mil soldados ataca al país asiático. El emperador Tran Thai Tong (el que había huido para hacer monje) se pone al frente de sus tropas y repele el ataque mongol en dos semanas. Muy furiosos, los mongoles toman revancha. Por segunda vez (Agosto de 1284), veinte seis años después del primer ataque, envían una fuerte invasión a la tierra de los Anamitas (200 Mil soldados), esta vez comandada por el propio príncipe mongol. Las tropas vietnamitas estaban comandada por el rey Tran Nhan Tong (el que más tarde se convertiría en monje dejándole el trono a su hijo) también devoto budista; después de un encarnizado combate de seis meses las tropas vietnamitas vencen al enemigo. Pero Mongolia abochornada por las derrotas recibidas, decide ahora atacar con toda sus fuerzas, por tercera vez. Reúne una invasión de 500 Mil hombres y en tan sólo cuatro meses es derrotada por las huestes vietnamitas.
Al terminar la batalla el defensor de la libertad vietnamita y rey decide renunciar al trono y convertirse en monje budista yéndose a la montaña de Yen Tu y fundando el templo Truc Lam (bosque de bambú), un centro Zen tradicional que perdura hasta hoy día, liderado por el Venerable Thich Thanh Tu, famoso maestro Zen vietnamita que conserva la práctica pura, como en los tiempos de antaño.
Pero el budismo vietnamita no se quedó limitado solamente a sus fronteras. En los años 60 llega a los Estados Unidos el Maestro Thich Thien An, un monje budista del linaje Lam Te (Rinzai) quien forma un movimiento ecuménico en Hollywood, California (integra varias tradiciones Zen de distintos países) fundando El Centro de Meditación Budista y centro de estudios orientales (más tarde universidad), muy envuelto en ayudar a los refugiados vietnamitas que escapaban del comunismo.
También tenemos que mencionar al destacado pacifista poeta y maestro Zen Thich Nhat Hanh que ha desarrollado una gran tarea en occidente, tanto en Europa como en América, expandiendo el Dharma a través de sus libros conferencias y retiros, enseñando y haciendo hincapié en la meditación caminando y en el mirar profundo de los fenómenos o darmas.
Entre otros muchos destacados maestros llegados de Vietnam que han dedicado su vida a la enseñanzas budistas me permito mencionar a mi maestro, el Venerable Thich Tri Hoang, maestro Zen de la cuarenta y tres generación del Linaje Lam Te (Rinzai) y la novena generación de la línea Dharmica Lieu Quan, Doctor en religiones orientales; el está desarrollando un trabajo arduo y profundo en la práctica de la meditación y la enseñanza del Dharma budista en la ciudad de New York en el templo Chuang Yen de tradición China, donde imparte cursos budistas con una profundidad y seriedad rigurosa a personas laicas y de la comunidad monástica. La duración del curso es de tres a cuatro años, terminando los estudiantes graduados de Maestros de Dhrama. Estos alumnos serán capaces de impartir enseñanzas y dirigir una Sanga en sus prácticas de meditación, recitación y aprendizaje del Dharma.
Esto es una pequeña introducción de la historia y trayectoria del budismo vietnamita dentro y más allá de sus fronteras, ya que ésta no es tan conocida como otras tradiciones que llegaron mucho más temprano a América, Europa y Oceanía.

Breve biografía de Sidhartta (Buda)


El Buda nació como un ser humano normal que, a través de su esfuerzo, alcanzó un estado de perfecta sabiduría y completa sensibilidad hacia todo lo que existe. Dicho en otras palabras, él despertó a su propio potencial y a la naturaleza verdadera del mundo que le rodeaba.
A este estado tradicionalmente se le denomina "Iluminación" y es la esencia de la enseñanza budista. Todas sus doctrinas y prácticas están hechas para ayudar al ser humano, hombre o mujer, a llegar a su propio potencial de Iluminación.
Desde los tiempos del Buda muchos otros hombres y mujeres también han alcanzado el estado de iluminación, sin embargo, el título de "el Buda" se reserva generalmente para el pionero, Siddharta Gautama, el hombre que descubrió el sendero a la iluminación y que indicó el camino para que otros lo siguieran.

Niño Rico Insatisfecho
Siddhartha Gautama nació alrededor del año 560 AEC (antes de la Era Común) en una familia aristócrata y próspera del clan shakya, en lo que ahora es Nepal, al norte de la India. Algunas tradiciones indican que su padre era el rey de los shakyas y, aunque quizás esto no sea cierto, desde un punto de vista histórico parece ser verdad que en su niñez y juventud Siddhartha tuviera una vida de opulencia. Probablemente era una existencia de lujos sin muchos límites: manjares, ropa elegante y muchos sirvientes, lo cual, en el contexto de la India de los Himalayas de ese entonces, era semejante a un paraíso terrenal. A pesar de todo él no era feliz. Los placeres que lo rodeaban solo servían para que contactara con la insatisfacción y para provocarle un intenso deseo de encontrar algo que tuviera un sentido más profundo.

Paralelos actuales con la vida temprana de Siddhartha
Esto puede resultarle familiar a muchas personas en Occidente, donde las necesidades materiales son satisfechas de una manera relativamente fácil y donde las oportunidades para el ocio y la diversión serían la envidia de generaciones anteriores. No obstante, si observamos la cara de la gente que encontramos por las calles de cualquier ciudad occidental nos daremos cuenta que esta prosperidad no trae la felicidad automáticamente. Como Siddhartha, muchos de nosotros descubrimos que una vida dedicada sólo a satisfacer deseos materiales es vacía y poco satisfactoria.

La renuncia
La insatisfacción que sentía Siddhartha en su vida de lujo alcanzó un límite. A los veintinueve años decidió dejar su hogar familiar y su vida de comodidades para convertirse en errante en busca de la verdad, llevándose consigo únicamente su tazón para mendigar y unos sencillos hábitos.

El fermento religioso de la India antigua en la Era Axial
El mundo al que salió Siddhartha era bastante primitivo, comparado con nuestro mundo actual, sin embargo era mucho más rico, en un sentido filosófico y espiritual, que el mundo moderno occidental. Las escrituras budistas tempranas dan la impresión de que había una sociedad con un profundo interés por las cuestiones fundamentales de la existencia. Había un gran número de maestros de meditación, abundaban las escuelas de filosofía y los debates religiosos eran una especie de deporte popular con un muchos espectadores. Esto no sólo pasaba en India sino en Grecia, China, Persia y en Medio Oriente. A este fermento tan concentrado de genio humano en el mundo se le ha llamado la Era Axial. Dentro de esta atmósfera, Siddhartha anduvo errante seis años, meditando y aprendiendo de los más famosos maestros del norte de la India, con una admirable determinación por encontrar lo que sentía que le había faltado en su vida anterior

Las austeridades de Siddhartha
Por un tiempo dedicó su vida a un ascetismo extremo, dejando de comer y dormir con la esperanza de que esto le ayudara a alcanzar la verdad. Entonces, se dio cuenta de que no resultaba de utilidad para su práctica espiritual maltratar al cuerpo y, dándole la espalda al ascetismo, se dedicó de corazón a la meditación.

Su iluminación
Después de un esfuerzo continuo, una noche de luna llena del mes Vesakha, en el año 528 AEC, Siddhartha Gautama se sentó a meditar al pie de una higuera a la orilla del rió Niranjana, sitio que ahora se conoce con el nombre de Bodh-Gaya y juró que no se levantaría sin haber encontrado lo que buscaba.
En ese momento su determinación era invencible.
Entró en un estado de meditación profunda y, mientras transcurría la noche, su conciencia iba penetrando capas cada vez más profundas de la naturaleza de la realidad, hasta que alcanzó una percepción directa y total de la verdad. Para cuando se vio ascender en el horizonte la estrella de la mañana, él había alcanzado una liberación que era inquebrantable. Siddhartha Gautama se había convertido en el Buda, el que había despertado por completo.

Los tres niveles de la Iluminación
La tradición budista de todas las escuelas habla de la iluminación como una experiencia compuesta de tres factores. Para empezar se habla de la iluminación como un estado de conciencia clara y pura -e incluso radiante-. En este estado de conciencia deja de experimentarse la dualidad sujeto-objeto. Sin embargo, ésta es una conciencia de las cosas como realmente son.
En segundo lugar, pero de igual importancia, se dice que la iluminación es un intenso estado de compasión y amor profundo que se desborda, no únicamente hacia los seres humanos sino hacia todos los seres vivientes; todos los seres que respiran, los que se mueven, los que sienten. Así es como siente la mente iluminada.
En tercer lugar, la Iluminación consiste en un estado o una experiencia de una energía mental y espiritual inagotable. Se puede decir que el estado de la Iluminación es un estado de una energía que se encuentra burbujeando continuamente; un estado de espontaneidad y creatividad absolutas e ininterrumpidas.
Esto es lo que quiere darse a entender por medio del término "Iluminación", como se expresa en la tradición budista. Lo que sucede realmente es que el conocimiento se convierte en amor y la compasión en energía. La energía a su vez se convierte en sabiduría. Lo cierto es que no podemos separar ningún aspecto de los demás.

La enseñanza del Buda
La tradición budista en su totalidad existe para ayudar a otros a llegar al mismo tipo de despertar y de liberación. A esta enseñanza, en Occidente, se le conoce como budismo y fue la influencia religiosa más importante que tuvo la India durante los siguientes 1500 años de su historia, después de la vida de Siddhartha Gautama.

Vitarka Mudra

File:Central Asian Buddhist Monks.jpeg
Un monje de ojos azules, posiblemente un tocario, hace el Vitarka Mudra a otro de rasgos mongoloides propios de los pueblos de Asia Sudoriental. Pintura de la Cuenca del Tarim. Siglo IX de nuestra era.

El mudra Vitarka ("mudra de la discusión") es el gesto de discusión y transmisión de la enseñanza budista. Se lleva a cabo al unir las puntas del pulgar y el índice juntos, y manteniendo los otros dedos rectos muy parecido y Varada mudras Abhaya pero con los pulgares tocándose los dedos índices. Este mudra tiene un gran número de variantes en el Budismo Mahayana en Asia Oriental. En el Tíbet es el gesto místico de Taras y Bodhisattvas con algunas diferencias por las deidades en Yab-yum. (Vitarka mudra también se conoce como Prajñāliṅganabhinaya, Vyākhyāna mudra (mudra de la explicación "); japonés: Seppo en , An-i-en ; chino: Anwei Yin).

domingo, 30 de enero de 2011

La importancia de Tara la Blanca en la practica del budismo Vajrayama



La diosa Tara, es un Buda femenino y esta considerada dentro del budismo Vajrayama como la deidad de meditación, es sin duda la diosa más popular en el panteón budista. Es considerada la diosa de la compasión universal en su representación activa. Virtuosa e ilustrada Tara es, por supuesto, de color blanco. Su color blanco indica pureza, pero también indica que ella es la verdad completa y no diferenciada.
Tara Blanca (Sitatara) se asocia con una larga vida. Su mantra es cantado con frecuencia con una determinada persona en mente. Ella es otra representación de la compasión, y es descrita como un ser dotado de siete ojos (para encontrarlos en sus imágenes hay que buscar en las palmas de las manos, las plantas de los pies y la frente) como símbolo de la vigilancia de la mente compasiva.
Tara la Blanca se asocia con el planeta Venus que es la estrella más brillante durante los amaneceres ylos atardeceres y los budistas tibetanos que adoran a Tara la Blanca relacionan sus cambios de brilo con el crecimiento espiritual que se obtiene de la practica de la compasión de forma que el tono del planeta pasará de uno de miedo a uno de compasión, de amor. Es algo así como el mito de Durga. Cuando el mundo estaba al borde de su destrucción y los dioses alzaron las manos en alto en señal de rendición pidieron  a la diosa Durga que salvara a este mundo, Durga vino. Ella cortó la codicia y la avaricia y restauro la armonía. Los dioses le pidieron permanecer y ser su diosa, pero ella dijo: "No, eso no fue el acuerdo al que lleguemos, pero si me necesitas más podéis pedir que os ayude otra vez". Y así estamos. A través del mantra hacemos una petición para cortar la avaricia y hacemos una llamada a Tara Blanca para eliminar el miedo, lo que permite que esto suceda, a través de la compasión y a través del amor.

White Tara (Long Life) Mantra




El mantra de Tara la Blanca es uno de los más importantes y recitados del budismo Vajrayama. 


Paseo virtual por los Budas de Bamiyan. O lo que queda de ellos


Se trata de una visualización en 360 grados de la zona de los acantilados del Vallen de Bamiyan en donde estaban las estatuas de los Budas gigantes que fueron destruidas por los talibanes. No cabe duda de que ha sido una de las mayores catástrofes culturales de nuestra reciente historia y que en la medida de nuestras modestas posibilidades intentaremos dar toda la información que podamos sobre los mismos así como las campañas arqueológicas de investigación y reconstrucción de estas tan singulares estatuas de Buda.


sábado, 29 de enero de 2011

Destrucción de los Budas de Bamiyan

Los Budas de Bāmiyān (en idioma persa: تندیسهای بودا در باميان tandis-ha-ye buda dar bamiyaan) fueron dos monumentales estatuas de Buda talladas a los lados de un acantilado en el valle de Bāmiyān, en Afganistán central, situado a 230 km al noroeste de Kabul, a una altura de 2.500 metros sobre el nivel del mar. Lo más probable es que se construyeran en los siglos V o VI; las estatuas representaban una clásica mezcla del arte greco-budista.


Los cuerpos principales fueron esculpidos directamente en la roca arenisca, pero los detalles fueron modelados en barro mezclado con paja, bañado con estuco. Este baño, prácticamente usado desde hace años, fue pintado para aumentar las expresiones de la cara, manos y cruces de las vestiduras. Las partes más bajas de las estatuas, los brazos, fueron construidas con barro y paja para sostener las armaduras de madera. Se cree que las partes superiores de sus caras fueron hechas con grandes máscaras de madera, o moldes. Las filas de hoyos que se ven en la fotografía son los espacios restantes que dejaron las estacas de madera que servirían para estabilizar el estuco externo.

Bāmiyān está ubicada en la Ruta de la Seda, una ruta de caravanas que une China e India. Fue el lugar de varios monasterios budistas, y un gran centro para la religión, la filosofía, y el arte greco-budista. Fue también el sitio de los devotos budistas en el siglo II, y durante el tiempo de la invasión islámica en el siglo IX.


Los monjes de los monasterios vivían como ermitaños en pequeñas cuevas talladas a los lados de los acantilados de Bāmiyān. Muchos de estos monjes embellecieron sus cuevas con estatuas religiosas y con frescos brillantemente coloreados.


Las dos estatuas más notables fueron los Budas gigantes de a pie; miden 55 y 37 metros de alto respectivamente (sin embargo la representación de Buda tallada más grande del mundo es el Gran Buda de Leshan). Considerados monumentos históricos durante muchos años, fueron reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Actualmente (2007) forman parte de la Lista del Patrimonio de la Humanidad en peligro.

El peregrino budista-chino Hsüan-tsang (Xuanzang) pasó a través del área alrededor del 630 ddC, y describió Bāmiyān como un próspero centro budista "con más de diez monasterios y más de un millar de monjes", y anotó que ambos Budas estaban "decorados con oro y finas joyas" (Wriggins, 1995).



Cuando Mahmud de Ġaznī conquistó Afganistán en el siglo XII, los Budas y frescos fueron salvados de su destrucción. Aún, sobre estos años, los musulmanes, iconoclastas e intransigentes con los símbolos budistas, cortaron algunos detalles de las estatuas, en su mayor parte las características faciales y manos. Finalmente, en 2001, después de sobrevivir casi intactas durante 1.500 años, el gobierno islamista talibán criticó a la Unesco y las ONGs del extranjero por asignar recursos para la renovación de estas estatuas, cuando existían muchos problemas urgentes en Afganistán, y decretó que estas estatuas eran ídolos contrarios al Corán, y fueron destruidas con dinamita y disparos desde tanques. En marzo de 2001 los dos Budas más grandes fueron demolidos, después de unos meses de intensos bombardeos.

Durante la destrucción, el Ministro de Información talibán, Qudratullah Jamal, se lamentó así: "este trabajo de destrucción no es fácil como la gente quiere pensar. Tú no puedes bombardear así como así las estatuas, puesto que ambas fueron talladas en un acantilado, están firmemente pegadas a la montaña".


Aunque las figuras de los dos Budas grandes fueron completamente destruidas, con su consecuente daño al patrimonio cultural de la Humanidad, sus contornos y algunas características son reconocibles dentro de sus nichos. Es también posible para los visitantes la exploración de las cuevas de los monjes y los pasadizos que conectan con ellas. Como parte del esfuerzo internacional en reconstruir Afganistán después de la guerra con los talibán, el Gobierno japonés se ha encargado de la reconstrucción de los dos Budas más grandes.

En mayo de 2002, unas esculturas de Buda fueron labradas en una montaña, en Sri Lanka. Las hicieron imitando a uno de los Budas de Bāmiyān.

En diciembre de 2004, investigadores japoneses descubrieron que las paredes pintadas de Bāmiyān fueron de hecho pintadas entre los siglos V y IX, en vez de en los siglos VI y VIII, como se creía previamente. El descubrimiento fue hecho con análisis de isótopos radiactivos contenidas en fibras de paja encontradas debajo de las pinturas. Descubrimientos posteriores permitieron comparar y clasificar las pinturas por fechas y estilos.

El gobierno afgano ha comisionado al artista japonés Hiro Yamagata para recrear los Budas de Bāmiyān usando catorce sistemas de láser, proyectando las imágenes de los Budas en los acantilados donde estaban labrados. Los sistemas de láser se alimentan de energía solar y eólica. El proyecto, con un costo estimado en torno a los 9 millones de dólares fue aprobado por la UNESCO. También se aprobó la fecha de fin del proyecto, estimado para el 2007.

En septiembre de 2005, Mawlawi Mohammed Islam Mohammadi, gobernador talibán de la provincia de Bāmiyān en el momento de la destrucción, fue elegido en el Parlamento Afgano.

En Bamiyán trabaja ahora el arquitecto alemán Georgios Toubekis, al servicio del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Histórico-Artísticos (ICOMOS). Por encargo de ICOMOS, geólogos, restauradores y arquitectos intentan recomponer las estatuas fragmentadas cual si fueran un enorme rompecabezas, del que ya ahora se sabe que no podría ser reconstruido en su totalidad. De la financiación de las actividades en Bamiyán se hace cargo el ministerio federal alemán de Relaciones Exteriores.

Cosmogonia tibetana

El budismo se fusiono en el Tíbet con las culturas preexistentes absorbiendo muchos de los elementos que las componen de forma que cuando estudiamos su cultura debemos de tener muy presente la mitología tradicional tibetana y más concretamente la de la Bon que nos ha llegado trasformada por el budismo Vajrayana hasta nuestros días.

La presencia de restos arqueológicos en Tibet se remonta al 10.000 a.C.. Fueron varios pueblos nómadas de Asia central los que llegaron a la región, aunque no es hasta hace unos 2.300 años que empieza a haber presencia clara de moradores en la Tierra de las nieves.
Según la mitología tibetana, los primeros habitantes del Tibet fueron un mono (emanación de Avalokiteshvara) y una diablesa (emanación de Tara). Sus descendientes, mitad mono y mitad diablo, tras numerosísimas reencarnaciones cobraron su actual forma humana. Sus divinidades protectoras les enseñaron a dominar el fuego, la agricultura, las artes, la medicina, la herrería y la forma de gobernar y organizarse.
El rey mítico Nyetri Tsenpo, que según la leyenda era el Rey indio Rupati que llegó al Tibet huyendo tras su derrota en la guerra del Mahabharata, es el primer personaje de la historia Tibetana. Se cuenta que hacia el año 127 a.C. inició su dinastía que tuvo 30 reyes que gobernaron hasta el siglo VII. Durante esta época se fueron desarrollando los cultos chamánicos y animistas que formaron el Bön, la religión primitiva del Tibet, basada en la interdependencia del hombre y la naturaleza. Esta dinastía militar se fue expandiendo desde el valle de Yarlung dominando toda la meseta del Tibet.
El Budismo comenzó a introducirse en el Tibet por primera vez hacia el S. II d.C. durante el reinado del rey Lha Thothori Nyatsen, pero no fue hasta el siglo VII d.C., con la llegada al poder el rey Songtsen Gampo, que el budismo se integra en el país de las Nieves. En esa época el Tibet era un reino en expansión, debido a esto se realizaron alianzas matrimoniales con la dinastía T´ang de China y con otra dinastía de origen Nepalí, Sus dos esposas eran practicantes budistas, y con su influencia llevaron el budismo Mahayana al Tibet, transformando este reino feudal y militar en un imperio más pacífico
Las revueltas de la nobleza , aliada con los sacerdotes de la tradición Bön, que temían perder sus antiguas influencias y privilegios frente al aumento del poder de los monasterios budistas, provocaron problemas dinásticos y llevaron a fragmentar la nación y a que el budismo fuese perseguido bajo el reinado del rey Langdarma.
Esta época oscura termina a mediados del siglo IX con la llegada de Dipankara Atisha invitado por el rey Lha Lama Yeshe Wo, es la llamada segunda transmisión del budismo, este renacimiento trajo el aumento de la construcción de monasterios, y la conclusión de las traducciones de la totalidad de textos canónicos budistas al tibetano, divididos en dos grupos de textos, el Kangyur (las enseñanzas de Buda) y el Tangyur (comentarios de otros maestros).
A principios del siglo XIII Gengis Khan conquista China y el Tibet. Bajo el imperio mongol el Tibet fue dividido en regiones administrativas gobernadas, cada una de ellas, por una familia noble y por la jerarquía monástica. En 1247 Khublai Khan nombró a un importante lama como Virrey temporal en el Tibet. Posteriormente el poder paso por las manos de la escuela Sakya, la Kagyu, la dinastía Rinpung y por último la dinastía Tsangpa, que pierde el poder en 1642 en favor del Quinto Dalai Lama.

EL MITO TIBETANO DE LA CREACIÓN

En el principio era la Vacuidad, un inmenso vacío sin causa y sin fin. De este gran vacío se levantaron suaves remolinos de aire, que después de incontables eones se volvieron más densos y pesados, formando el poderoso cetro doble rayo, el Dorje Gyatram.
El Dorje Gyatram creó las nubes, las cuales, a su vez, crearon la lluvia. Esta cayó durante muchos años, hasta formar el océano primigenio, el Gyatso. Luego, todo quedó en calma, tranquilo y silencioso, y el océano quedó límpido como un espejo.
Poco a poco, les vientos volvieron a soplar, agitando suavemente las aguas del océano, batiéndolas hasta que una ligera espuma apareció en su superficie. Así como se bate la nata para hacer mantequilla, del mismo modo las aguas del Gyatso fueron batidas por el movimiento rítmico de los vientos para transformarlas en tierra.
La tierra emergió como una montaña, y alrededor de sus picos susurraba el viento, incansable, formando una nube tras otra. De éstas cayó más lluvia, sólo que esta vez más fuerte y cargada de sal, dando origen a los grandes océanos del universo.
El centro del universo es el Rirap Lhunpo (Sumeru), la gran montaña de cuatro caras hecha de piedras preciosas y llena de cosas maravillosas. Existen ríos y arroyos en el Rirap Lhunpo, y muchas clases de árboles, frutos y plantas, pues el Rirap Lhunpo es especial, es la morada de los dioses y los semidioses.
En torno al Rirap Lhunpo hay un gran lago, y rodeando a éste, un círculo de montañas de oro. Más allá del círculo de montañas de oro hay otro lago, éste también rodeado por montañas de oro, y así sucesivamente hasta siete Lagos y siete círculos de montañas de oro y más allá del último círcculo de montañas se encuentra el lago Chi Gyatso.
En el Chi Gyatso es donde se encuentran los cuatro mundos, cada uno de éstos semejante a una isla, con su forma particular y sus habitantes distintos.
El mundo del Este es el Lu Phak, que tiene forma de media luna. Las gentes del Lu Phak viven quinientos años y son pacíficas, no hay contiendas en el Lu Phak. Sus habitantes tienen cuerpos gigantescos y caras en forma de media luna. No obstante, no son tan afortunados como nosotros, pues no tienen ninguna religión para poder seguir.
El mundo del Oeste se llama Balang Cho y su forma es como la del sol. Como en el Lu Phak, las gentes son de gran estatura y viven quinientos años, sólo que sus caras tienen forma de sol y se dedican a la cría de diversas clases de ganado.
La tierra del Norte es de forma cuadrada y se llama Dra Mi Nyen. Las gentes de Dra Mi Nyen tienen caras cuadradas y viven mil años o más. En Dra Mi Nyen la comida y las riquezas son abundantes. Todo lo que un hombre necesita en sus mil años de vida lo obtiene sin esfuerzo ni padecimiento; viven con lujo, sin carecer de nada. Pero durante los siete últimos días de su vida, el dolor y el tormento anímicos acometen a los seres de Dra Mi Nyen, pues entonces es cuando reciben una señal de que están a punto de morir. Les visita una voz -una voz terrible- que les susurra cómo morirán y qué monstruosos sufrimientos habrán de soportar en los infiernos después de la muerte. En sus últimos siete días de vida, todas sus riquezas y posesiones decaen y ellos experimentan mayor sufrimiento que nosotros en toda una vida. Dra Mi Nyen se conoce como la "Tierra de la Voz Pavorosa".
Nuestro propio mundo, en Ci Sur, se llama Dzambu Ling. Al comienzo, nuestro mundo estuvo habitado por dioses de Rirap Lhunpo. No había dolor ni enfermedades, y los dioses nunca necesitaban comida. Vivían en el contento, pasando sus días en profunda meditación. No había necesidad de luz en Dzambu Ling, pues los dioses emitían una luz pura de sus propios cuerpos.
Un día, uno de los dioses reparó en que en la superficie de la tierra había una substancia cremosa y, probándola, comprobó que era deliciosa al paladar y animó a los demás dioses a probarla. Tanto les gustó a todos los dioses la cremosa substancia, que no querían comer otra cosa, y cuanto más comían, más se reducían sus poderes. Ya no fueron capaces de estar sentados en profunda meditación; la luz que antes había brotado con tal resplandor de sus cuerpos empezó a apagarse poco a poco y finalmente desapareció por completo. El mundo quedó sumido en tinieblas y 105 grandes dioses de Rirap Lhunpo se convirtieron en seres humanos.
Entonces, en la oscuridad de la noche, apareció en los cielos el sol, y cuando el sol se apagó, la luna y las estrellas iluminaron el cielo y dieron luz al mundo. El sol, la luna y las estrellas aparecieron a causa de las buenas acciones pasadas de los dioses, y son para nosotros un recordatorio permanente de que nuestro mundo fue una vez un lugar hermoso y tranquilo, libre de codicias, sufrimientos y dolor.
Cuando la gente de Dzambu Ling hubo agotado la provisión de la cremosa substancia, empezaron a comer los frutos de la planta nyugu. Cada persona tenía su propia planta, que producía un fruto corno los de las mieses, y cada día, cuando el fruto había sido comido, aparecía otro; uno cada día, lo cual era suficiente para satisfacer el hambre de los seres de Dzambu Ling.
Una mañana, un hombre se despertó y descubrió que en vez de producir un solo fruto, su planta había dado dos. Cayendo en la avidez, se comió los dos frutos; pero, al día siguiente, su planta estaba vacía. Necesitando satisfacer su hambre, ese hombre robó la planta de otro hombre y así fueron haciendo todos, pues cada persona tuvo que robarle a otra para poder comer. Con el robo, llegó la codicia, y todos, temiendo quedarse sin comer, empezaron a cultivar más y más plantas nyugu, debiendo trabajar cada cual cada vez más para asegurarse de que tendría bastante que comer.
Cosas extrañas empezaron a ocurrir en Dzambu Ling. Lo que había sido una tranquila morada de los dioses de Rirap Lhunpo, estaba ahora lleno de hombres que conocían el robo y la codicia. Un día, un hombre empezó a sentir malestar por sus genitales y se los cortó, convirtiéndose así en una mujer. Esta mujer tuvo contacto con hombres y pronto tuvo hijos, quienes a su vez tuvieron más hijos, y en poco tiempo Dzambu Ling se lleno de gente, toda la cual tenía que procurarse comida y un lugar donde vivir.
Las gentes de Uzambu Ling no vivían juntas en paz. Había muchas peleas y robos, y los hombres de nuestro mundo empezaron a experimentar realmente auténtico sufrimiento, que nacía del estado insatisfactorio en que se encontraban. La gente se dio cuenta de que para sobrevivir tenían que organizarse. Todos se juntaron y decidieron elegir un jefe, a quien llamaron Mang Kur, que significa "mucha gente lo hizo rey". Mang Kur enseñó al pueblo a vivir en una relativa armonía, cada cual en una tierra propia en que construir una casa y cultivar alimentos.
Así es como nuestro mundo llegó a ser, como, de dioses, nos convertimos en seres humanos sujetos a la enfermedad, la vejez y la muerte. Cuando contemplamos el cielo nocturno, o recibimos el cálido brillo del sol, deberíamos recordar que, de no ser por las buenas acciones de los dioses de la preciosa montaña de Rirap Lhumpo, viviríamos en una total oscuridad y que, de no ser por la codicia de una persona, nuestro mundo no conocería el sufrimiento que hoy experimenta.

Ekajati: Tara la Azul





Ekajaṭī o Ekajaṭā, (en sánscrito, tibetano: ma chig naturales . Inglés: Una trenza de pelo), también conocido como Māhacīna-tara , es una de las 21 formas de la diosa Tara. Es una de las más poderosas y fuertes diosas más de la mitologia indo-tibetana. Según las leyendas tibetanas es una aculturación de la diosa Bön del cielo, cuyo ojo derecho fue traspasado por el tántrico maestro Padmasambhava que indrodujo el budismo en el Tibet y asi la convirtio al budismo. Ekajati también se conoce como "Tara la Azul". Ella es generalmente considerada como uno de los tres principales protectores del linaje de monjes tibetanos Nyingma, junto con Rāhula y Vajrasādhu .
A menudo aparece como libertadora en el mandala de Tara Verde. Por eso sus poderes atribuidos a quitar el miedo de los enemigos, extendiendo la alegría y la eliminación de los obstáculos personales en el camino hacia la iluminación.
Ekajati es el protector del secreto de los mantras y "como la madre de las madres de todos los Budas," representa la unidad final. Como tal, su propio mantra es secreto.
El primer Karmapa Dusum Khyenpa ya meditado sobre ella en la primera infancia.
Según Chogyal Namkhai Norbu Rimpoché, que es el principal guardián de las enseñanzas Dzogchen es "la personificación de la no-dual naturaleza esencialmente de la energía primordial."
Podemos encontrar a Ekajaṭī  tanto en el budista como en el hindú panteones, es más a menudo se afirma que se originó en el panteón budista, pero algunos investigadores argumentan que no es necesario que esto sea así. Se cree que Ekajaṭī se originó en el Tíbet, y se introdujo desde allí a Nalanda, en el siglo VII por (el tántrico) Nagarjuna por lo que así se explica mejor que se le rinda culto en contexto relacionados con el hinduismo tántrico.
Parece que al menos en algunos contextos que se trata como una emanación de Akshobhya .
Se la representa iconograficamente con un tono de piel azul, con un moño de color rojo ("la que tiene más que un moño" es otro de sus títulos). Tiene una cabeza, un seno, dos manos y un tercer ojo. Sin embargo, también puede ser representado con partes del cuerpo más, hasta doce cabezas y veinte cuatro brazos, con diferentes atributos tántrico (espada, Kukuri , phurba , hacha de loto azul, vajra )
En su forma más común que sostiene un hacha, drigug (cuchillo) o Khatvanga (personal tántrico) y una taza de cráneo en sus manos. 
Su actitud expresa determinación. Con el pie derecho pisa un cadávere, símbolos del ego . Su risa vajra descubre una lengua partida o una lengua bífida y un solo diente. Está vestida con un collar de cráneos y con la piel de un tigre o una piel humana. Está rodeada por las llamas que representan la sabiduría.

Troma Tantra
La "Troma Tantra" o "Ngagsung Tromay Tantra" también conocida como la 'Khros ma'i Ekajaṭĭ rGyud' se centra en los ritos de la protectora, Ekajati y se incluye dentro de la Nyingtig Vima .

Ekajati: La diosa de una sola trenza (Tara la Azul)



Khandro Déchen dice sobre este dibujo de línea tradicional:

Este dibujo de de Ekajati es, obviamente, el que esta basado en la pintura thangka de los Tres Nyingma Protectores. Hay muchas representaciones de Ekajati de acuerdo a las diferentes tradiciones Nyingma - y Ekajati también se encuentra fuera de la tradición Nyingma. De acuerdo a Phuntsog Rinpoche, es una forma de Ekajati dentro de la Escuela Kagyüd Drigung en la que tiene una pierna, además de la de otros aspectos singulares de su ser como los dientes, una trenza de pelo, un ojo y un seno. En algunas de sus formas formas Ekajati puede tener dos senos o un solo cráneo en su corona. El collar de Ekajati   lleva nada más que adornos de hueso y esta cubierta con un tabardo en forma de nube por lo que no lleva falda de piel de tigre. Ekajati es la Reina de los Mamos - el gobernante de todos los protectores.

Ngak'chang Rinpoche dice de Ekajati:

Ekajati esta encima de un cadáver humano con el que rompe apego dual a la propia forma. El significado del cadáver humano como un símbolo de la "autodestrucción" es que la ilusión del "yo" se destruye a través de la agencia de su propia forma ilusoria. El cuerpo no es una entidad viva - al igual que la ilusión de la dualidad pertenece al reino de la muerte de la experiencia. Ella se muerde el corazón arrancado de la justificación. La justificación es lo que nos permite aferrarse a la ira y así la "justificación" y la propia autocomprensión debe ser muerta. Porque la muerte de nuestra propia autocmprensión es nuestra justificación para dar lugar a la compasión sin compromisos - la compasión que se puede dejar de lado todos los puntos de referencia con el fin de liberar a todos los impulsos violentos en el estado clara de sus propios derivados.

Escultura moderna de la diosa Tara






Esta diosa es conocida como la Madre de todos los Budas y recibe un culto muy importante por el Budismo Vajrayama sobre todo en la zona del Tibet.
Se originó en el hinduismo y más concretamente en su versión tántrica y fue adoptado más tarde por el budismo. Hay 23 manifestaciones de Tara, cada una de ellas con los atributos correspondientes. Esta escultura es de color blanco y representa a Tara la Blanca que simboliza la paz y la purificación. En suu mano izquierda se mantiene en el mudra Abhaya, lo que significa la protección y la libertad del miedo. La mano derecha se mantiene en el mudra Varada, que simboliza el perdón y la misericordia.

Esta realizada en mica fundida en frío con pátina.
Tamaño - 11.5 "de altura por 10.5" de ancho por 6.5 "de profundidad
La base es de cristal de sal del Himalaya (8 "x 8" x 1.75 "-. £ 10)
Peso total - 17 lbs


Estatua de bronce de la diosa Tara



Estatua de la diosa "Tara" por el escultor mongol Zanabazar, hacia el final del siglo XVII, realizada en bronce. La tradición popular afirma que el escultor creo esta estatua tomando como modelo las lineas del cuerpo de su mujer amada fallecida y que realizo 2 estatuas de la diosa Tara en conmemoración de su amor por ella.

Video sobre Borobudur


Borobudur es una estupa budista relacionada con la tradición Mahāyāna, y es el monumento budista más grande del mundo. Está ubicado en la provincia Java Central de Indonesia, 40 kilómetros al noroeste de Yogyakarta. Fue construido entre los años 750 y 850 por los soberanos de la dinastía Sailendra.

Estatuas de Buda en Borobudur: Java



Además de los relieves que narran la historia de la cosmología budista, Borobudur presenta varias estatuas de Buda. Estas estatuas están sentadas con las piernas cruzadas en posición de flor de loto, y distribuidas en las cinco plataformas cuadradas (nivel Rupadhatu) y en la plataforma superior (nivel Arupadhatu).
Las estatuas del nivel Rupadhatu están ubicadas en nichos, ordenados en filas al lado exterior de los balaustres. A medida que se asciende, las plataformas disminuyen su altura, al igual que el número de estatuas en cada una. El primer conjunto de balaustres tiene 104 nichos, el segundo 104, el tercero 88, el cuarto 72 y el quinto 64. En total, hay 432 estatuas de Buda en el nivel Rupadhatu.1 En el nivel Arupadhatu (o las tres plataformas circulares), las estatuas están dentro de las estupas perforadas. La primera plataforma circular posee 32 estupas, la segunda 24 y la tercera 16, lo cual suma un total de 72.1 De las 504 estatuas en total, cerca de 300 están mutiladas (principalmente decapitadas) y 43 están perdidas.



A primera vista, todas las estatuas de Buda son iguales, pero presentan pequeñas diferencias entre sus mudras o posición de las manos. Existen 5 grupos de mudra: Norte, Este, Sur, Oeste y Cenit, los cuales representan los cinco puntos cardinales según el Mahayana. Los primeros cuatro balaustres contienen los cuatro primeros mudras: Norte, Este, Sur y Oeste, representados por la dirección de las manos de la estatua. Las estatuas de Buda ubicadas en el quinto balaustre y dentro de las 72 estupas en las plataformas superiores, tienen el mismo mudra: Cenit. Cada mudra representa uno de los Cinco Budas Dhyani; cada uno tiene su propio simbolismo. Son Abhaya mudra para Amogashiddi (norte), Vara mudra para Ratnasambhava (sur), Dhyana mudra para Amitābha (oeste), Bhumisparsa mudra para Aksobhya (este) y Dharmachakra mudra para Vairocana (cenit).



miércoles, 26 de enero de 2011

Tara la Roja: Kurukula











Tara Roja está representada de forma frontal, sentada sobre un loto en postura semicerrada, (ardhaparyankar, sánscr.); la pierna izquierda doblada reposando sobre un cojín de luna y la pierna derecha flexionada, colocando el pie sobre un pedestal de loto expresa la actitud de salir en auxilio; es la compasión activa que manifiesta Tara para interceder ante todos los seres sensibles.
El color rojo corresponde en el mundo fenoménico al elemento fuego, en el orden corporal está relacionado con el calor vital; vinculando el poder del fuego en su acción de disolver, se simboliza con su color la purificación de la ignorancia por medio de la Sabiduría: purificación de los oscurecimientos que genera la visión dualista por el fuego de la Sabiduría Compasiva. En el orden corporal el color rojo está relacionado con el calor vital, es decir, con el plano físico del cuerpo; desvanecer, purificar la dualidad cuerpo-mente, sujeto-objeto es la representación de Tara Roja. El Buda Amithaba, o el Buda de la luz Ilimitada, se asienta sobre un loto por encima de su cabeza.
Tara está representada con los atributos de una manifestación omnipresente del Sambhogakaya; ataviada con vaporosas bandas de sedas sinuosas, envolventes y aéreas, suspendida en el centro del espacio sobre una flor de loto y un disco de luna a modo de cojín, simboliza una dimensión sutil, luminosa, de naturaleza búdica que no puede ser conocida por nuestra mente conceptual. Se dice en las enseñanzas que estas vestimentas muy finas y extremadamente suaves poseen la cualidad especial de que, al doblarse tienen la medida de un pulgar, pero al extenderse pueden cubrir todo el Universo. Los ornamentos de huesos y joyas son característicos del Tantra, señalando los atributos de un (Adi-buda, sánsc.) buda trascendente: Tara es, en serena paz dichosa, la expresión pura de la Sabiduría Compasiva de todos los budas, también reconocida como la madre de todos los Victoriosos.

Tercer ojo
En el centro de la frente de Tara Roja se manifiesta el tercer ojo. El significado de los tres ojos está relacionado con los tres tiempos, es decir, pasado, presente y futuro; El tercer ojo denota la cualidad del conocimiento trascendente sin la limitación del tiempo.

Mudra
Mudra es el gesto que manifiesta un buda con el cuerpo para la transmisión simbólica de la doctrina. El Mudra más difundido es Bhumisparsa (sánsc.), es el signo que utilizó Buda Shakyamuni, con el cual, “Tocando la tierra como testigo” con la mano derecha expresó haber logrado, como ser humano, la Naturaleza de la Mente Totalmente Iluminada.
Tara Roja expresa, con la mano derecha abierta hacia abajo sujetando un vaso de larga vida el gesto de la concesión; Varadamudra (sánsc.) es el signo de la concesión, el gesto de la disposición a conceder aquello que se desea. Con la mano izquierda abierta hacia arriba sosteniendo un loto, manifiesta el gesto de aliento; Abhayamudra (sánsc.) es el signo que, en lenguaje corporal, es el gesto que anima a acercarse al maestro, alienta a abandonar la timidez y poder arrimarse y refugiarse en el Dharma, es el mudra de las Tres joyas: Buda, Dharma y Sangha.

El Loto
El Loto es emblema de la pureza primordial. La flor de loto surgiendo de las aguas cenagosas pura y sin mácula es la representación simbólica de la liberación del samsara. En el orden corporal, la flor elevándose sobre el tallo, simboliza el eje de energía cognitiva del canal central por donde se logra, caracterizadas en forma de lotos las distintas ruedas de energía cognitivas (chacaras), ascender, trascender, la causalidad inherente al samsara. La energía cognitiva trasciende, o despierta del sueño de la ignorancia, en cuerpo, palabra y mente, de allí que el loto de color rojo, indicando el calor vital asentado en la región del ombligo, representa el plano físico del cuerpo; El eje de energía cognitiva también se manifiesta simbólicamente en el árbol de refugio, enlazando de forma ascendente a los budas históricos del linaje en torno a las manifestaciones del Samboghakaya, coronado en la cúspide por la Prajñaparamita (perfección del conocimiento, sánsc.); el árbol así representado, igual que el loto, es un lenguaje simbólico, no conceptual que representa proyecciones puras; mirado de forma integral, el loto es la representación del discípulo y el árbol es la representación del Gurú de quien se recibe las instrucciones para recorrer el sendero de la liberación. 

Estas representaciones sagradas, pinturas, escultura, ilustran el cuerpo de Buda, el Dharma representa la palabra de Buda y la transmisión de los maestros, las stupas (sánsc. chorten tibet.) personifican la mente de Buda. 

La corola redonda de la flor de loto representando un disco de luna o de sol, simboliza los aspectos masculino y femenino de la naturaleza esencial de todos los fenómenos. Los Adi-budas, o budas primordiales, están sentados sobre una flor de loto poniendo en evidencia el carácter trascendente de su Naturaleza Esencial. 

Arco y Flecha
Sobre los pétalos del loto se asientan, tensos, un arco y una flecha formados por pequeñas y delicadas flores celestes en señal de precisión, firmeza y voluntad para alcanzar el blanco de la no dualidad, cuerpo-mente, sujeto-objeto; el color celeste se relaciona, en la esfera fenoménica, con la dimensión del espacio; en lenguaje simbólico muestra la disposición plena de acceder a la trascendencia. 

Vaso de Larga Vida
Tara Roja expresando con la mano derecha abierta hacia abajo, sujetando un Vaso de Larga Vida el gesto de la concesión y estando ella misma relacionada con la esfera del cuerpo, proyecta la imagen de la Sabiduría no dual, cuerpo-mente que otorga el desapego.


Tara la Blanca (imagen iconográfica)



También conocida como Madre Compasiva.
Es un Buda femenino que representa la unión de la Compasión y la Sabiduría.
Su práctica se asocia a la Longevidad y a la Salud.
Junto a la figura de Amitayus, y Ushnisha, forma la Triada de los Budas de la Larga Vida, compartida en rituales indotibetanos.

Bodhidharma y el Emperador


Buda no vino a llenar un vacío sino a instalarse en él como morada. El reconocimiento de la vacuidad de todo lo mundano como máxima expresión de la sabiduría puede resultar fácil y asequible, pues todo lo revela. Pero otra cosa es hacer de esa vacuidad un objetivo. De ahí la risa de Nietzsche: el asceta desea la nada ardientemente. Imposible escapar a la hegemonía del deseo. Aún los más avanzados esperan ver transformado ese vacío en otra cosa: iluminación, liberación, nirvana. Un estado de beatitud suprema, que nos libere de la pesada carga de tener que existir a cada instante.
Morar es otra cosa, como rumiar o dar la mano, sin apariencia de saberlo, con un zapato en la cabeza, pasarse nueve años de cara a la pared. La morada es aquello que nos permite un cierto reposo de la exterioridad amenazante, que nos procura el alivio dentro de una secuencia ininterrumpida de ilusiones. En la morada del Buda el cuerpo y el deseo se han fusionado hasta perder toda distancia. La pared se llena sin ficciones, no desaparece. La representación se ha disipado, solo queda el quedar del todo en su propia meditación inapresable. Sin pretender que no hay deseo, sino más bien riendo del deseo, sin aspavientos, como dar la mano con un zapato en la cabeza…Y el mundo sigue allí. Más bien entonces se aparece en toda su luminosidad, nos colma lo que haya, lo que Al-lâh decide. Sin sacralidad alguna, superando la fractura mental entre lo sagrado y lo profano.
Cuando Bodidharma llegó a China tuvo que vérselas con un emperador budista, con constructores de templos, con ancianos que hicieron de la morada una enseñanza. Bodidharma negó todo valor a dichas obras: nada nos procura el erigir un templo, más que orgullo y necedad. Los méritos del sabio pueden ser un estorbo para lograr la presencia, la correlación absoluta y sin proyecciones entre el saber y la morada, entre el ser y el estar, entre la realidad y la conciencia.
La vida de los santos no nos aporta un saber al cual podamos agarrarnos, pues está basada en su relación con el vacío. La nada es percibida por el emperador (que es nuestro ego) como la contrapartida a la inmensidad de su legado. El ego no sabe la nada, sabe la victoria. No sabe que al fin el sentido es algo externo al hombre, y que el deseo se disemina sobre el mundo como una guillotina. Parece absurdo hablar de buenas obras a un corazón vacío, nada humano lo conmueve. El Bodidharma no se reconoce, se sitúa de cara a la pared. El emperador no sabe que esta muerto, en un abismo ilustrado. Abismo de bondad no sabe nada.

¿Por qué habría de saberlo?
Al vacío le sigue la plenitud de la conciencia, una plenitud que no puede ser representada, que no se congratula pues ya no tiene espejo. No da obras ni alcanza un objetivo. La plenitud de la conciencia es un vacío de representaciones. El fin de los simulacros es idéntico al vacío de las ideas. La ausencia de fantasma... ausencia de identidad... La renuncia a los carismas de los místicos musulmanes y cristianos. Toda identidad es una sombra. No lo sé. Hay que seguir, se sigue. Viajó a la China, con un zapato en la cabeza.
Si todo eso es demasiado... por lo menos concedeme esto, ego mío: que las obras no sean tu objetivo. Mero entrenamiento físico.

Leyendas de Bodhidharma 
Al entrar a China, Bodidharma llevaba uno de sus zapatos sobre la cabeza. El emperador había venido a recibirlo. Se sintió incómodo: ¿Qué clase de hombre era éste? Había estado esperando tanto, mientras pensaba: “viene un gran hombre sagrado, un gran santo y sabio.” ¡Y ahora este hombre se porta como un payaso! El emperador se sentía incómodo y molesto. Y, en la primera oportunidad que tuvo, le preguntó a Bodhidharma:
"¿Qué estás haciendo? La gente se ríe, y también se ríe de mí por haber venido a recibirte. Y el modo en que te comportas no es manera de comportarse. ¡Deberías actuar como un santo!"
Bodhidharma le respondió: "Sólo aquellos que no son santos se comportan como tales. Yo soy un santo. Únicamente quienes no son santos se comportan como tales."
El emperador dijo: "No puedo entender por qué llevas un zapato en la cabeza. Pareces un payaso."
Replicó Bodhidharma: "Sí, porque lo que se puede ver es siempre una payasada. Sólo lo invisible…Verte aquí parado como un emperador, ataviado con una vestimenta especial, coronado, es payasesco. Sólo para decirte eso llevaba mi zapato en la cabeza. Todo esto no es más que actuación y payasada. Lo real no está allí en la periferia. Mírame a mí, no mires mi cuerpo. Es muy simbólico que lleve un zapato sobre la cabeza. Yo digo que, en la vida, nada es sagrado ni profano. Hasta un zapato es tan sagrado como tu cabeza. Llevo este zapato como un símbolo."
Se dice que el emperador se impresionó, pero dijo: "¡Eres demasiado! Sólo quería preguntarte una cosa: ¿Cómo poner en calma mi mente? ¡Estoy tan impaciente, perturbado e intranquilo!"
Dijo Bodhidharma: "Ven aquí a las cuatro de la mañana y trae contigo tu mente. Yo te la calmaré."
El emperador no lo podía seguir. Comenzó a pensar: “¿Qué quiere decir este hombre con esto de que lleve conmigo mi mente?” Cuando estaba bajando los escalones del templo en el que estaba Bodhidharma, éste le repitió: Recuerda, no vengas solo. Si no, ¿a quién voy a calmar? Trae la mente contigo. Ven a las cuatro en punto, y solo: sin guardias ni compañía."
El emperador no pudo dormir en toda la noche. Pensaba: “este hombre parece un poco loco. Cuando esté allí, evidentemente, mi mente estará conmigo. Entonces, ¿qué es esa insistencia de que lleve conmigo la mente?” Por momentos, pensaba: “Es mejor no ir, por que ¿Quién sabe? Este hombre, a solas, puede empezar a pegarme o algo. No puedes creer…Y este hombre es imprevisible”.
Pero finalmente decidió ir, por que el hombre ejercía un verdadero magnetismo. Tenía algo en la mirada, un fuego que no pertenece a esta tierra. Tenía algo en su aliento, un silencio que viene de más allá. Entonces, el emperador vino como hipnotizado, y lo primero que Bodhidharma le preguntó fue:
"Bien, viniste. ¿Dónde está tu mente?" Mientras estaba allí sentado con un gran bastón.
El emperador dijo: "Pero si yo vine, mi mente vino conmigo. Está dentro de mí, no es como un objeto que puedo transportar."
Entonces replicó Bodhidharma: "Bien, crees que la mente está en tu interior. Entonces siéntate, cierra los ojos y trata de averiguar dónde está. Sólo indícamelo y te la acomodaré. Con este bastón que tengo aquí, haré que tu mente se quede callada. No te preocupes."
El emperador cerró los ojos y trató de buscar, Bodhidharma se sentó justo frente a él. Lo intentó, y volvió a intentarlo y su rostro permanecía totalmente quieto.
Entonces abrió los ojos y Bodhidharma, sentado allí, le preguntó: "¿Pudiste encontrarla?"
El emperador sonrió y dijo: "La has acomodado porque, cuanto más trato de encontrarla, más siento que no está allí. Era solo una sombra, que estaba allí porque yo nunca había incursionado por dentro. Era solo mi ausencia. Me hice presente en el interior y desapareció."

[Otro encuentro, otra leyenda]
El emperador hizo venir a Bodidharma a su corte y le dijo: “Desde que soy emperador he construido muchos templos, he copiado sutras, he ayudado a un numero incalculable de monjes. Sin duda tendré muchos meritos en el futuro. ¿Cuales puedo esperar?"
- "Ningún merito", respondió Bodhidharma
- "¿Por qué?" Replico el emperador.
- "Los meritos de sus servicios son ínfimos en este mundo y serán fuente de ilusiones y de deseos. Es como perseguir una sombra."
- "Entonces, ¿qué es un verdadero, un auténtico mérito?" Preguntó el emperador.
- "La pura sabiduría es maravillosa y perfecta en su realización. Su substancia es vacuidad, apacible en si. Por eso estos méritos no pueden obtenerse con los medios de este mundo."
- "¿Cuál es la santa verdad?" Volvió a preguntar el emperador.
- "Por encima de la santidad, un vacío insondable y nada sagrado. Un cielo inmaculado en el que no se distingue la verdad ni la ilusion” contestó Bodhidharma.
El emperador quedó impresionado y le miró diciendo:
- “Quien es el que está ante mi?"
- "No sé” contestó el.
El emperador no entendió el mensaje de Bodhidharma, y finalmente lo hechó. Bodidharma se fue a la otra orilla del río Yan-tse y, después de algunas peripecias se retiró al templo Shao-lín. Allí practicó zazen de cara a la pared durante nueve años. Esto desorientaba a todos los que le veían y se le llamó “el monje contemplador de la pared”.
Los monjes habían practicado prolongados retiros de meditación que los había hecho espiritualmente fuertes pero físicamente débiles. Bodidharma observó que su método de meditación causaba sueño entre los monjes. Bodidharma informó a los monjes que enseñaría a sus cuerpos y mentes el dharma del Buda en un programa de dos partes: meditación y entrenamiento físico.